Las autoridades anuncian la detención de 22 personas relacionadas con estas muertes
Al menos 36 personas han muerto en la última semana en la ciudad de Phoenix, en el este de Sudáfrica, durante los altercados que se han venido produciendo en el último mes como respuesta al encarcelamiento del expresidente Jacob Zuma, y que acabaron derivando en saqueos, y violentos enfrentamientos raciales. El ministro de la Policía, Bheki Cele, ha explicado que la mayoría de las víctimas fueron disparadas hasta morir. Por estos crímenes, cuenta, se han detenido a 22 personas, 18 de ellas de origen indio, quienes se enfrenta a medio centenar de cargos de intento de asesinato. La ciudad de Phoenix, ubicada en la provincia de KwaZulu-Natal, es una de las más golpeadas por la violencia que se desató tras la detención de Zuma por desacato, al negarse a declarar por un delito de corrupción. La tensión racial se ha recrudecido en la ciudad, en la que reside una amplia comunidad de origen indio, que pronto estableció puntos de control improvisados y barricadas en torno a sus negocios y vecindarios para evitar los saqueos. Durante el operativo policial se han requisado 112 armas de fuego y se investiga el papel que han tomado los establecimientos que venden este tipo de armamento durante las refriegas, informa el diario sudafricano 'Mail & Guardian'. El ministro Cele ha informado del establecimiento de un comité de paz formado por representantes de las diferentes regiones provinciales con el que espera revertir una situación de violencia, agravada, ha dicho, por la desinformación de algunos "peces gordos", cuyo impacto ha sido "terrible" para la comunidad. Al menos 342 personas han muerto por estos crudos episodios de violencia en las provincias de Gauteng y KwaZulu-Natal, cuyas autoridades la semana pasada decretaron el estado de emergencia provincial debido a los fuertes pérdidas económicas y a los daños materiales causados a las infraestructuras públicas durante la ola de violencia desatada en las últimas semanas. El Tribunal Constitucional de Sudáfrica condenó a Zuma a 15 meses de cárcel por negarse a testificar ante un panel de jueces que está investigando los presuntos casos de corrupción en los que estuvo implicado durante sus nueve años de mandato al frente del país. Zuma se convirtió así en el primer presidente elegido democráticamente en Sudáfrica que es condenado a prisión desde que el Congreso Nacional Africano (ANC) --partido que encabezó entre 2007 y 2017, cuando fue apartado en un consejo interno por su vicepresidente, Ramaphosa-- se hizo con el poder en 1994. La caída de Zuma tuvo lugar en medio de la indignación popular por el peso de la familia Gupta, de origen indio, en la economía y la política del país africano, acusaciones que fueron recogidas en un informe de la que fuera Defensora del Pueblo, Thuli Madonsela, titulado 'La captura del Estado'.
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