La coalición civil FFC tilda de "una amenaza directa a la transición" las críticas del Ejército tras la intentona
Estados Unidos ha trasladado este viernes al primer ministro de Sudán, Abdalá Hamdok, que "cualquier intento de desbaratar e interrumpir la voluntad del pueblo sudanés" tendrá "importantes consecuencias para la relación bilateral y la ayuda prevista", después del conato de golpe de Estado denunciado por las autoridades esta semana. El asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, ha conversado telefónicamente con Hamdok este viernes, a quien ha trasladado el compromiso de Washington de "apoyar la transición a la democracia dirigida por civiles". Asimismo, ha advertido de que "cualquier intento por parte de los actores militares de socavar el espíritu y los puntos de referencia acordados de la declaración constitucional de Sudán tendría importantes consecuencias para la relación bilateral", así como para "la ayuda prevista", según un comunicado del Departamento de Seguridad Nacional. Durante la conversación ambos han coincidido en la "importancia" de que el Gobierno de transición "siga avanzando para estabilizar la economía, reformar el sector de la seguridad bajo un liderazgo civil, avanzar en el proceso de paz y garantizar la justicia y la responsabilidad por los abusos del pasado". Por último, Sullivan ha informado de que el enviado especial de Estados Unidos para el Cuerno de África, Jeffrey Feltman, viajará a Sudán la próxima semana mientras que ha subrayado la "urgencia" de promover una "resolución pacífica de la actual crisis en la vecina Etiopía". A esto ha añadido que el presidente estadounidense, Joe Biden, espera poder reunirse con Hamdok "en un futuro próximo".
"AMENAZA DIRECTA A LA TRANSICIÓN"
La coalición Fuerzas para la Libertad y el Cambio (FFC), uno de los principales elementos detrás de las protestas de 2019 contra el expresidente Omar Hasán al Bashir y ahora integrada en el Gobierno de transición, han afirmado que las recientes críticas del Ejército a las autoridades civiles tras el intento de golpe de Estado del martes suponen "una amenaza directa a la transición democrática". Las FFC han señalado en un comunicado que las afirmaciones del presidente y el vicepresidente del Consejo Soberano de Transición --el elemento militar de las autoridades mixtas creadas tras el derrocamiento de Al Bashir--, Abdelfatá al Burhan y Mohamed Hamdan Dagalo, respectivamente, suponen "un varapalo para la agenda de la revolución y la transformación democrática". Así, han manifestado que ambos vertieron "muchas falacias y acusaciones infundadas contra las FFC" y han acusado a ambos de "intentar crear un distanciamiento entre las fuerzas de la revolución civil y las Fuerzas Armadas del pueblo" y "socavar los pilares en los que se fundamenta la revolución", según ha informado la emisora sudanesa Radio Dabanga. Por ello, la coalición ha reclamado la aceleración del proceso de reformas en el seno del Ejército y los servicios de seguridad y el cese de los elementos cercanos al régimen de Al Bashir, así como la aplicación de todos los puntos del acuerdo de paz de 2020 con diversos grupos rebeldes, en especial los relativos a los protocolos de seguridad. El comunicado de las FFC ha sido publicado en medio de un cruce de acusaciones entre los miembros de los componentes militar y civil del Gobierno de transición en relación con el intento de golpe de Estado, achacado por las autoridades a soldados vinculados con Al Bashir. Hamdok pidió el cese de elementos islamistas de las Fuerzas Armadas, mientras que Al Burhan y Dagalo rechazaron estos llamamientos y apuntaron a los políticos como responsables de la situación. Al Burhan cargó contra la coalición gubernamental civil y manifestó que "sólo está interesada en los cargos y en luchar por ellos", antes de criticar que "el criterio para elegir a los nuevos miembros es su capacidad para insultar al Ejército". Asimismo, mostró su malestar con "la exclusión del componente militar" del programa Camino Adelante de Hamdok para la transición. "Dejamos el trabajo ejecutivo al Consejo de Ministros hace dos años, pero creemos que el asunto se ha desviado del camino correcto", señaló Al Burhan. "Somos los guardianes de la unidad, la seguridad, la construcción y el futuro de Sudán, a pesar de las objeciones de cualquiera", dijo, al tiempo que resaltó que el Ejército "no aceptará un monopolio de ciertas fuerzas políticas gobernando Sudán". En respuesta, Hamdok negó que las autoridades civiles busquen excluir a los militares e hizo hincapié en que el objetivo "era y es ampliar la base de la transición para garantizar una transición tranquila hacia una situación democrática sostenible". "Cualquier pérdida en los requisitos de la transición tendrá un gran coste a nivel político, legal y de seguridad", advirtió. Las autoridades de transición fueron instauradas tras un acuerdo entre la junta militar instaurada tras el golpe de Estado que derrocó en abril de 2019 a Al Bashir, y diversas organizaciones civiles y formaciones políticas opositoras, con el objetivo de poner en marcha una serie de reformas y preparar las próximas elecciones. Este Gobierno ha iniciado una batería de reformas sociales y económicas --algunas de las cuales han provocado el malestar entre la población, como la retirada de subsidios-- y ha alcanzado un acuerdo de paz con importantes grupos rebeldes de Darfur y otras zonas del país.
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