El Partido de la Izquierda Socialista se ha retirado este miércoles de las negociaciones para formar gobierno en Noruega, que comenzaron hace una semana con el Partido Laborista y el Partido del Centro, las agrupaciones de corte socialdemócrata que ganaron las elecciones del 13 de septiembre. "Es una gran decepción que debemos reconocer (...) en opinión del Partido de la Izquierda Socialista no hay una base política para formar un gobierno", ha trasladado el líder de la formación Audun Lysbakken en rueda de prensa. Según la información recogida por la cadena NRK, el partido no ha visto cubiertas sus dos políticas prioritarias: la climática, medioambiental y petrolera y la de la redistribución de la riqueza, mediante la cual busca reducir la desigualdad en la sociedad noruega. "Es todo en estas áreas", ha señalado Lysbakken, que ha incidido en que la formación ha proporcionado "ejemplos" de políticas en estas áreas en las que no han tenido "éxito". No obstante, Lysbakken ha matizado que, si bien su agrupación puede ser más útil en la oposición, no ha cerrado la puerta a ingresar en el ejecutivo noruego en el futuro. El Partido Laborista y el Partido de la Izquierda Socialista ya habían mostrado su intención de formar un ejecutivo tripartito. No obstante, el Partido del Centro abogó por un Gobierno sin el Partido de la Izquierda Socialista. Las conversaciones no se antojaban fáciles. El Partido del Centro pone el foco en los intereses de la población de la Noruega rural y mantiene diferencias en varios asuntos políticos con el Partido de la Izquierda Socialista. No obstante, los tres partidos ya han formado un gobierno de coalición en el pasado, concretamente entre 2005 y 2013 y bajo la batuta del actual secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Es el líder del Partido Laborista, Jonas Gahr Store, el que se perfila como futuro jefe de gobierno de Noruega, después de que el país haya estado gobernado ocho años por la conservadora Erna Solberg. Entre los tres partidos suman 89 de los 169 escaños del Parlamento noruego, lo que les proporciona una mayoría parlamentaria confortable para formar un gobierno. Tras conocerse el abandono del Partido de la Izquierda Socialista, Store ha lamentado que "la distancia política" ha sido "demasiado grande" y ha reconocido la buena relación, tanto política como personal, que le une a Lysbakken, con quien también está dispuesto a negociar la entrada de su formación al gobierno en un escenario posterior.
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