La Brigada 'Guzmán El Bueno' X, con sede en la localidad cordobesa de Cerro Muriano, al mando del general jefe de brigada Fernando Ruiz Gómez, sustituye desde este jueves a la Brigada 'Aragón' I en el mando de la Brigada Multinacional Este de la misión de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL). Tras algo más de seis meses en Líbano, la Brigada 'Aragón', con sede en Zaragoza y bajo las órdenes del general de brigada Guillermo García del Barrio, cederá el testigo a los integrantes de la Brigada 'Guzmán El Bueno', que viajará hasta la base 'Miguel de Cervantes' de forma escalonada en tres rotaciones desde mañana. El contingente cordobés que ahora toma el relevo está compuesto por unos 600 militares, de los cuales la mayor parte de ellos proceden de las unidades de la brigada X, además del regimiento acorazado 'Córdoba' 10, los regimientos de Infantería 'La Reina' 2 y 'Garellano' 45, así como el Grupo de Artillería de Campaña Autoporpulsada X o los batallones de Zapadores y de Cuartel General X. Además, cuenta con el apoyo de una unidad logística perteneciente a la AALOG 21 de Sevilla, y personal de otras unidades del Ejército de Tierra, entre las que se citan por aportar capacidades al Regimiento de Defensa Nuclear Biológica y Químinca 'Valencia' 1, así como de otras Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, entre otros. Los 'cascos azules' de la ONU patrullan el sur del país para vigilar el cese de hostilidades entre Hezbolá e Israel y acompañar y asistir a las Fuerzas Armadas libanesas a lo largo de la separación entre ambos países, denominada Línea Azul. Más de 10.500 personas de 40 naciones están desplegadas con la FINUL, liderada por el general español Aroldo Lázaro, cuyo mandato ha sido extendido hasta febrero de 2025. España contribuye a la misión de paz con alrededor de 650 militares. Se trata del 41º contingente que España despliega en la zona desde septiembre de 2006. Los 600 militares que componen la unidad son efectivos tácticos y logísticos que, concretamente, se integrarán en la Brigada Multinacional del sector Este, compuesta por militares de nueve nacionalidades diferentes. La misión atraviesa momentos complicados desde la escalada del conflicto entre el Ejército de Israel y Hamás el 7 de octubre, que, a su vez, ha recrudecido los enfrentamientos cruzados entre Israel y el partido-milicia chií, del que se teme que se sume a la guerra. Desde octubre, los efectivos desplegados con la FINUL viven en una situación "tensa e impredecible" que les obliga a pasar tiempo en búnkeres, aunque tratar de llevar a cabo sus labores con normalidad.
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