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La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha afirmado este jueves que la relación con Estados Unidos debe ser en todo momento de "coordinación" y no de "subordinación", a raíz de la última polémica diplomática desatada entre ambos países vecinos a cuenta de unas declaraciones del embajador estadounidense, Ken Salazar. El embajador, que ya había puesto en duda la reciente reforma judicial, ha cuestionado ahora la política de seguridad adoptada por el Gobierno mexicano en la etapa de Andrés Manuel López Obrador, señalando que la doctrina de "abrazos en vez de balazos" no ha dado sus frutos, lo que derivó en una nota formal de protesta por parte del Ministerio de Exteriores. "México es un país libre e independiente", ha respondido Sheinbaum desde su habitual rueda de prensa matinal, en la que si bien ha abogado por mantener la coordinación con Estados Unidos en temas como migración o seguridad, ha apuntado que esta relación debe basarse en el respeto. "Es una relación de iguales entre dos países independientes soberanos", ha resumido, según el diario 'Milenio'. La presidenta ha aclarado que no se reunirá con el embajador estadounidense, competencia que ha dejado en manos del ministro de Exteriores mexicano, Juan Ramón de la Fuente. En cualquier caso, Salazar fue nombrado para el cargo por el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, y corresponde al futuro mandatario, Donald Trump, proponer a una nueva persona para el cargo.
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