El presidente de Croacia, Zoran Milanovic, un populista convertido en contrapeso al dominio histórico del partido del Gobierno, parte como favorito en las elecciones presidenciales que han comenzado este domingo en el país entre perspectivas de segunda vuelta. Milanovic, de 58 años, acude a las urnas con el respaldo de la oposición socialdemócrata frente a su gran rival, el profesor Dragan Primorac, apoyado por la conservadora Unión Democrática Croata (HDZ) del primer ministro del país, Andrej Plenkovic. La Presidencia de Croacia es un cargo no del todo ceremonial: su voz tiene cierto peso en política exterior y defensa, y actúa como comandante en jefe del Ejército. El actual jefe de Estado, un crítico de la intervención occidental a favor de Ucrania en su guerra con Rusia -- aunque también ha condenado sin paliativos la invasión de las fuerzas de Moscú --, cuenta según las últimas encuestas del viernes con un 37 por ciento de intención de voto, 17 puntos por delante de Primorac aunque sin llegar al 50 por ciento que garantiza la victoria directa. Otros seis candidatos comparecen a estos comicios con posibilidades nulas de pasar a la segunda vuelta, fijada para el 12 de enero: Miro Bulj, Tomislav Jonjic, Ivana Kekin, Branka Lozo y los independientes Marija Selak Raspudic y Niko Tokic Kartelo. El primer ministro Plenkovic -- que ya ha depositado su voto poco antes de las 09.00, minutos después de que lo hiciera Primorac -- ha dedicado la campaña electoral a criticar la posición del presidente sobre la guerra de Ucrania y ha acusado a Milanovic de servir a los intereses rusos y de "destruir la credibilidad" de Croacia "ante la OTAN y la Unión Europea". La campaña, además, también ha estado caracterizada por el escándalo de corrupción que ha costado el cargo al ya exministro de Sanidad, Vili Beros, cesado por Plenkovic el pasado mes de noviembre poco después de fuera detenido en medio de una investigación por supuesta corrupción que ha salpicado también a funcionarios y médicos. La detención de Beros tuvo lugar en el marco de una redada en su vivienda en Zagreb, la capital, a medida que la Oficina para la Eliminación de la Corrupción y el Crimen Organizado de Croacia (USKOK) investiga un entramado de corrupción que afecta a políticos y hospitales de todo el país.
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