Al menos cinco niños han resultado heridos este miércoles por la explosión de una mina terrestre en la localidad de Al Bughaz, en la zona rural oriental de la gobernación de Alepo, en el norte de Siria, según la Defensa Civil Siria, conocida popularmente como 'cascos blancos'. "Nuestros equipos han brindado asistencia de emergencia y han transportado a dos de los niños a un hospital en la ciudad de Al Bab", reza un breve comunicado publicado por los 'cascos blancos' a través de su perfil en la red social X. En las últimas semanas, alertó de que se ha intensificado "significativamente" la explosión de restos de guerra tras el colapso del régimen de Bashar al Assad, que huyó del país el 8 de diciembre de 2024 tras la ofensiva de yihadistas y rebeldes encabezados por Hayat Tahrir al Sham (HTS), debido a la evolución sobre el terreno y la desaparición de líneas de contacto donde las minas sin detonar están extendidas. Esta situación constituye una amenaza para la vida de los civiles, creando condiciones peligrosas que les impiden regresar a su hogares y trabajar en sus granjas. De hecho, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha cifrado en cerca de 240 los civiles muertos, incluidos 69 niños, y 308 los heridos, entre ellos 161 niños, por la explosión de municiones sin detonar a lo largo del año 2024.
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