La UE condena la toma de la capital del territorio congoleño de Masisi por parte de las milicias del M23

La Unión Europea ha condenado este lunes la reciente toma de la ciudad de Masisi, capital del territorio homónimo del noreste de República Democrática del Congo (RDC) en la provincia de Kivu Norte, por parte de las milicias del Movimiento 23 de Marzo (M23).

"El continuo avance del M23 es una violación flagrante del alto el fuego acordado en el marco del proceso de Luanda. Los últimos acontecimientos socavan significativamente los esfuerzos emprendidos para lograr una resolución pacífica del conflicto", ha indicado el portavoz de Exteriores del bloque, Anouar el Anouni.

Asimismo, ha instado a las milicias a retirarse "inmediatamente" del territorio, así como a respetar el alto el fuego, mientras que también han pedido a Ruanda que ponga fin a su cooperación con el M23 y que retire sus fuerzas militares de RDC.

"La UE destaca la importancia de que todas las partes en el conflicto reduzcan la escalada y apliquen rápidamente todas las decisiones y compromisos acordados en el proceso de Luanda, al que la UE reitera su pleno y firme apoyo y compromiso", ha agregado.

Finalmente, la portavoz ha recordado que el bloque comunitario está dispuesto a tomar nuevas medidas en represalia contra los responsables de mantener el "conflicto armado, la inestabilidad y la inseguridad" en el país africano.

Las milicias del 23 han reanudado su ofensiva a gran escala en la provincia en las últimas semanas, concretamente en el territorio de Masisi, hasta hacerse finalmente con el control de su principal ciudad, Masisi-centro.

El M23 es un grupo rebelde integrado principalmente por tutsis congoleños que opera principalmente en la provincia de Kivu Norte. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, se firmó un acuerdo de paz, si bien el grupo lanzó una nueva ofensiva a finales de 2022.

La situación ha provocado una crisis diplomática entre RDC y Ruanda por su apoyo al grupo, haciendo temer un conflicto a gran escala. Kigali, por su parte, acusa a Kinshasa de reprimir a los tutsis congoleños con apoyo de grupos como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio de 1994 en Ruanda.