La Defensa Civil Siria, conocida popularmente como 'cascos blancos', ha informado este jueves de que han aumentado a ocho los muertos, entre ellos tres niños, por la explosión de municiones no activadas usadas durante la guerra en la localidad siria de Al Nayrab, en la provincia de Idlib (noroeste). Los 'cascos blancos' han indicado que la explosión ha tenido lugar en una casa residencial y que, por tanto, "la mayoría de las víctimas eran de la misma familia". También han señalado que una niña ha resultado herida. "Nuestros equipos han brindado asistencia médica a los heridos, han recuperado los cuerpos de varias víctimas de entre los escombros y han asegurado el lugar debido a la presencia de munición sin detonar. La explosión ha causado una gran destrucción de viviendas civiles", reza un comunicado. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres pero con informantes en el país árabe, había señalado previamente que los explosivos habían sido almacenados en la casa, donde vivía un chatarrero. El país ha sido escenario de varios sucesos similares a lo largo del conflicto, desatado por la represión de las protestas prodemocráticas en 2011 y que derivó en diciembre de 2024 en el derrocamiento de Bashar al Assad tras una ofensiva de grupos yihadistas y rebeldes encabezados por Hayat Tahrir al Sham (HTS).
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