MADRID, 20 (OTR/PRESS) Estaba atenta escuchando una emisora de radio que informaba sobre la sesión de control al Gobierno en el Congreso, cuando "saltó" la noticia: Descubierta la tumba de Tutmosis II en el lado oeste del Valle de los Reyes. Inmediatamente "abandoné" la "jaula de grillos" a la que cada vez se parece más la sesión de control, y me puse a hacer 'zaping' por las emisoras de radio y los canales de televisión para tener más detalles del descubrimiento. He de confesar que las sesiones de control al Gobierno, tanto el Presidente, como muchos de sus ministros y portavoces, las han ido convirtiendo en un esperpento. Se dedican a insultar y pedir explicaciones a la oposición para de esa manera "despistar" al personal y tratar de que nadie ponga demasiada atención sobre los desmanes y errores que van acumulando en su acción de Gobierno. Sánchez y los suyos son tan previsibles que aburren. De ahí que el descubrimiento de la tumba de Tutmosis II me sirviera de excusa perfecta para dejar de prestar atención a esta última sesión de control donde el Presidente y los suyos, incapaces de cambiar de guión, se dedicaron a insultar a la oposición. Claro que hay que decirlo todo: los portavoces del PP dejan mucho que desear, son bastante "flojos" a la hora de esgrimir argumentos y su líder, Nuñez Feijóo no termina de encontrarse, o al menos yo no le encuentro, en su papel de jefe de la oposición. ¡Cuánto daría por estar en estos momentos en Egipto!. Sí, pondría rumbo al Valle de los Reyes e intentaría acercarme a las excavaciones que llevan a cabo un grupo de arqueólogos egipcio-británico que son quienes han descubierto la tumba de uno de los faraones más importantes de la historia del antiguo Egipto. Tutmosis II perteneció a la XVIII dinastía, es decir gobernó entre 1517-1513 A C. ¡Casi nada! Además tuvo como esposa a una mujer notable y excepcional, su hermanastra: Hatshepsut. Esta reina, que se convertiría en "faraón", fue la primera mujer de la que tenemos noticias que gobernó Egipto y lo hizo con prudencia y sabiduría. Todavía recuerdo la primera vez que visité su templo allí en las arenas del desierto donde el guía nos iba descifrando los jeroglíficos tallados en sus muros en los que se daba cuenta de las hazañas de Hatshepsut. Imagino la emoción del grupo de arqueólogos que han dado con la tumba de Tutmosis, ya que desde hace cien años no se había vuelto a descubrir la tumba de ningún faraón. No me importa hacer una confesión: he viajado por muchos lugares a lo largo y ancho del mundo, pero sin duda Egipto es el "viaje". Un país cargado de historia y de misterios donde todo puede suceder. Comprenderán que me dejara llevar por la emoción y curiosidad de este descubrimiento y desconectara de inmediato del discurso manido y tramposo de la vicepresidenta María Jesús Montero, de la desfachatez de la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, defendiendo que el Salario Mínimo debe de ser "mayor" para los catalanes que para el resto de España, etc, etc. Es una "película" que se repite todos los miércoles, que ya nos sabemos y por tanto aporta poco. Por eso dejé volar la imaginación imaginando como sería estar ahora en el Valle de los Reyes visitando la tumba de Tutmosis II. Este descubrimiento es otra sombra que se despeja sobre el pasado e ilumina la Historia. Si el pasado es otra historia mientras que el presente va haciendo historia. Me pregunto qué dirán las generaciones que nos sucedan de lo que está pasando en este primer cuarto del siglo XXI donde de repente todas las certezas se cuestionan y donde dos hombres, Donald Trump y Vladimir Putin, han dado una patada al tablero geopolítico poniéndolo del revés y cuyas consecuencias estudiarán los historiadores del futuro. Alejo a Trump y a Putin de mi cabeza, hago abstracción de los más que previsibles discursos que se van desgranando en la tribuna del Congreso, para dejar lugar a la tumba de Tutmosis II rescatada del pasado por un grupo de arqueólogos allá en el desierto que guarda celosamente las tumbas de los faraones.
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