
Un total de 11 empresas agrícolas participan desde este mes de abril en el primer proyecto piloto de ámbito nacional que mide con rigor científico el impacto de la biodiversidad, el agua, el suelo y el clima en el sector hortofrutícola español.
La iniciativa, anunciada este miércoles, se titula 'Monitoreo de los aspectos clave de la sostenibilidad estratégica -biodiversidad, agua, suelo y clima- y eficacia de los planes de acción en cultivos hortofrutícolas de España', y está liderada por Biodiversity Grow, Global G.A.P., Global Nature Fund y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), como han explicado en un comunicado sus impulsores.
El programa experimental --que se desarrollará entre abril de 2025 y abril de 2028 en 157 hectáreas distribuidas entre la Comunitat Valenciana, Andalucía, Región de Murcia y Aragón-- implementa una metodología científica que combina evaluación ecológica avanzada, análisis en laboratorio y seguimiento continuo de más de 30 indicadores clave en cultivos de cítricos, frutas de hueso, pepino, tomate, pimiento, melón, sandía, apio, lechuga o brócoli.
"El proyecto pone a prueba datos reales, medibles y útiles para tomar decisiones agronómicas sostenibles escalables a todo el territorio español y al resto de Europa", explica la directora técnica del proyecto, Carina Mazzuz.
Los análisis incluyen fauna auxiliar, calidad del suelo, huella de carbono, uso de agua, fitosanitarios y fertilizantes, evaluación de cubiertas vegetales, especies invasoras o especies protegidas según la Red Natura, con el objetivo de "convertir cada hectárea en un aliado activo de la biodiversidad", añade Mazzuz.
Por su parte, la presidenta de Global Nature Fund, Marion Hammerl, resume el proyecto como una "combinación de ciencia con práctica que proporcionará herramientas replicables para toda la agricultura europea".
Asimismo, los planes anuales de acción que se aplican en cada finca están basados en una guía validada por Maria Dolores Raigon, Dolores García y Ana Olmeda (UPV) para "identificar qué prácticas funcionan, son viables económicamente y tienen impacto directo en el cultivo", añade la directora técnica del proyecto.
Las empresas participantes en el piloto ya están certificadas en GlobalG.A.P. y, si cumplen con los planes del proyecto, podrán obtener certificaciones de sostenibilidad ambiental exigidas por los principales retailers europeos, "lo que reforzará su competitividad internacional y el valor de sus productos", indican.
"El objetivo pasa por poner en marcha planes de acción, evaluar la mejora continua y convertir cada hectárea de cultivo en un aliado activo para la recuperación de la biodiversidad y en un atractivo para el consumidor", señala Carlos Martínez, coautor del proyecto.
Además, el proyecto generará una Guía de Buenas Prácticas, informes anuales por cultivo y región, y un set de indicadores prioritarios para el nuevo estándar Environmental Sustainability Solution (ESS) de Global G.A.P..
El piloto involucra a parcelas de referencia pertenecientes a 11 empresas: Agroiris, Albenfruit, Exportaciones Aranda/Filósofo, Frutas Beri, Frutas Gragón, Grupo GS/SAT Las Primicias, Hortichuelas, SAT Indasol, Nufri, SAT Cítricos Valencianos y SAT Versol, con el apoyo de las comercializadoras Cinatur Group, Greenyard Fresh Spain e Iberiana Frutch.
Estas mercantiles ya aplican prácticas de agricultura regenerativa alineadas con los principios del Pacto Verde Europeo, la estrategia 'De la granja a la mesa', la Estrategia de Biodiversidad 2030 y la Ley de Restauración de la Naturaleza, así como otras directivas ambientales de la UE y los 17 ODS.
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