
Bilbao vive este Viernes Santo uno de los días más importantes de procesiones, con la del Silencio, la más madrugadora, que ha salido a las 5.30 horas de la madrugada. Posteriormente, recorrerán las calles de la capital vizcaína la procesiones del Encuentro y del Sano Entierro.
A las 5.30 horas ha salido la Procesión del Silencio, la única sin música y sin pasos. Responde a los cánones medievales de la Semana Santa y en ella los cofrades y el público caminan juntos, en un recogimiento que llama a la "meditación y a la oración silenciosa".
Además, es la única procesión que no se suspende nunca, ya que si llueve, los cofrades salen de paisano, con medalla y paraguas, visitando y rezando en los templos del Casco Viejo. Esta procesión se instauró en 1948 por la Hermandad de Begoña y realizaba las tradicionales visitas al Santísimo Sacramento hasta 1975. Ese año asumió su organización la Cofradía de Nuestra Señora de la Merced, al cesar en su actividad la Hermandad de Begoña.
Pocos años después, la Cofradía de la Merced la trasladó al Casco Viejo por la desaparición de muchos de los conventos de Begoña. Aquí se enraízó y ganó numeroso público que acompaña a los cofrades en sus Estaciones de Penitencia. Numerosos penitentes portan en ella cruces penitenciales.
La Procesión del Silencio se ciñe en su recorrido al Sermón de las Siete Palabras. Son las que, según los Evangelios, pronunció Jesús mientras estaba clavado en la Cruz.
VÍA CRUCIS
A las 8.00 horas, ha comenzado en la Parroquia de los Santos Juanes el Santo Vía Crucis, organizado por la Cofradía de la Santa Vera Cruz, que recorrerá las Calzadas de Mallona hasta llegar la Basílica de Begoña sobre las 9.00 horas. Está presidido por el Lignum Crucis, astilla de la Cruz en que Cristo fue crucificado.
Ya a las 12.30 horas la Procesión del Encuentro sale desde la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, para acabar una hora más tarde en la Plaza Indautxu y reúne a los cofrades de Cofradía de la Madre de Dios de las Escuelas Pías con los de las representaciones de todas las cofradías bilbaínas de una manera muy original, sin orden de cofradías, mezclados sus colores, para "demostrar de forma plástica la unión y hermandad de todas las cofradías bilbaínas", según la organización.
La única banda que participa en ella es la banda de clarines, tambores y timbales de la Cofradía organizadora, que mantiene las marchas procesionales que se oían en la Semana Santa desde los años cuarenta. Sale en ella el paso del Lavatorio, de 2005, "de gran belleza".
Los organizadores destacan que "es especialmente bello el final de la procesión cantando el Salve Regina, mientras este paso se baila junto con el del Encuentro, en medio de la Plaza de Indautxu".
La Procesión del Entierro sale a las 19.30 horas desde la iglesia de los Santos Juanes. Es la procesión penitencial más importante de Bilbao en asistencia de público y calidad de las imágenes, tanto desde un punto de vista histórico como artístico.
PROCESIÓN DE LA LUZ
La procesión más importante de la Semana Santa es la Procesión de la Luz y de la Resurrección, que sale el Domingo de Resurrección, pero es una procesión de gloria, no penitencial.
Es la segunda de las dos procesiones generales y continúa el relato de la Pasión iniciado el Jueves Santo, con obras de incalculable valor artístico, portadas por más de 1.000 penitentes, que hacen que Bilbao mantenga su Semana Santa entre una de las más destacadas del Norte de la Península.
De entre ellos destacan dos composiciones escultóricas: el Ecce-Homo (Ricardo Iñurria, 1944), de gran nivel como paso de misterio por su sentido de la proporción y la disposición y expresividad de las imágenes y la Piedad de Juan Pascual de Mena (1756), la joya de la Semana Santa Bilbaína como grupo escultórico. Abre la procesión el Ecce-Homo, empujado por los portadores de la Cofradía de la Pasión, propietaria del paso.
En segundo lugar, sale el paso de Santa María Magdalena, portada por la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, obra de Lourdes Hernández. Sale en procesión junto a la titular de la Cofradía, la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de un gran fervor popular y réplica de la titular de Medinaceli que recibe culto en Madrid.
A continuación, arrancará la Cofradía del Apóstol Santiago, portando dos pasos, uno de su propiedad, el Cristo del Perdón (anónimo, s. XVII), y otro que es una gran obra maestra, Jesús con la Cruz a Cuestas (Raimundo Capuz, 1705). Este paso es propiedad de la Cofradía de la Vera Cruz, como la mayoría de los bilbaínos, quien lo cede para ser portado por esta cofradía.
Además, saldrá el paso del Encuentro(1955), de dimensiones superiores a las habituales y corte modernista, realizado por Tomás Parés, propiedad de la Cofradía de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, que lo porta.
También recorrerán las calles de Bilbao el paso de misterio del Santo Cristo de la Humildad (2016), obra de Enrique Ruiz Flores, que representa con seis imágenes los momentos de oración de Jesús en el Calvario, inmediatamente antes de ser crucificado. Es propiedad de la Cofradía de Nuestra Señora de Begoña y el único paso de misterio a hombros de la Semana Santa Bilbaína desde 1929, destacando especialmente sus andas, obra de Óscar Soria.
Seguidamente, procesionará el paso de mayores dimensiones de la Semana Santa Bilbaína, también propiedad de la Cofradía de la Vera Cruz, conocido popularmente como el paso de Las Tres Cruces (1945), aunque algunos le denominan el de La Lanzada. Hay que destacar las caras de las imágenes, obra del extraordinario imaginero Quintín de Torre, que realizó varios pasos para la Semana Santa Bilbaína.
Posteriormente, aparecerá el paso Gólgota (2022), obra de Jesús Cepeda, en el que el nuevo Crucificado, va acompañado por las imágenes de la Virgen María, San Juan, Santa María Magdalena y José de Arimatea, dos legionarios romanos y el también nuevo tribuno a caballo.
El proyecto final de este paso, portado por la Cofradía de la Pasión, es de diez imágenes. El Crucificado representa el momento inmediatamente posterior a la muerte de Jesús, en el que el suplicio ha terminando. Su semblante sereno transmite una sensación de profunda paz.
Después, portado por los propios cofrades de la Santa Vera Cruz procesionará el Cristo de la Villa (Juan de Mesa, 1620). Este título lo recibió la imagen del consistorio bilbaíno. Se trata de un Crucificado de pequeñas dimensiones, pero de gran valor artístico y cultural. Es tradicional que lo adornen con flores rojas y blancas.
Se cierra la procesión con la imagen de Nuestra Señora de la Piedad (1756). Para muchos, esta obra de Juan Pascual de Mena es la obra más importante de la Semana Santa Bilbaína. A pesar de ser propiedad de la Parroquia de San Nicolás, lo porta la Cofradía de Nuestra Señora de la Merced.
Cierran la procesión los pasos de San Juan (José Larrea, 1944)y de la Virgen de la Soledad(Raimundo Capuz, 1693),como es tradicional, tanto el Jueves como el Viernes Santo. Entre ambos pasos, penitentes de la Vera Cruz portan el Lignum Crucis, joya espiritual de la Cofradía decana de las bilbaínas, astilla de la Cruz del Calvario.
La Piedad finalizará el recorrido en la Plaza Federico Moyúa, donde el obispo Joseba Segura, dirigirá unas palabras a los cofrades de Bilbao y cantará la Salve con ellos y con el pueblo.
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