La catedrática de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia de Comillas, Carmen Peña, ha valorado este martes el pontificado del Papa Francisco como "un periodo muy rico" que ha marcado una impronta particular en la Iglesia Católica. "Ha puesto el acento en cuestiones que, sin ser absolutamente novedosas, sí han marcado una línea muy específica de evangelización", ha explicado. Peña ha destacado que Francisco ha impulsado una "conversión sinodal" de las estructuras eclesiales, poniendo el énfasis en concebir la Iglesia como "pueblo de Dios" y no como una jerarquía cerrada. "La sinodalidad consiste en avanzar en la corresponsabilidad de todos los bautizados", ha señalado la experta, subrayando que este enfoque ha sido fundamental en su pontificado. El legado del Papa argentino incluye importantes transformaciones como la respuesta a los abusos sexuales, la transparencia, la lucha contra la corrupción y un fuerte compromiso ecológico. "Ha intentado tocar todos estos puntos", ha manifestado Peña, quien ha reconocido que Francisco ha generado un punto de inflexión especialmente en el estilo, adoptando "un boato menos visible" y un acercamiento más cercano a las personas. La catedrática ha resaltado especialmente la defensa de los más vulnerables como seña de identidad del Papa Francisco, destacando su compromiso con la inmigración y su llamamiento constante a "ir a las periferias". "No tanto esperar a que vengan a la Iglesia, sino salir hacia ellas", ha explicado, subrayando su preocupación por llevar "la buena nueva" a todas las personas. Finalmente, Peña ha contextualizado el pontificado de Francisco dentro de la continuidad histórica de la Iglesia, recordando que sus reformas se mantienen en la línea del Concilio Vaticano II. "Puede haber matices entre pontífices, pero la continuidad es importante", ha concluido la experta.
|