El nuevo nuncio apostólico en España deberá ser elegido por el próximo Pontífice, sucesor de Francisco, que ha fallecido este lunes 21 de abril a los 88 años. El hasta ahora nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, fue nombrado recientemente por Bergoglio nuncio de Su Santidad ante la Unión Europea y, según anunció el propio Auza, su último día en España será el próximo 21 de mayo. Ese día, en España, comenzará la sede vacante en la nunciatura española, hasta que el próximo Papa nombre nuevo nuncio. A partir de ese momento y durante el tiempo que dure este periodo, se quedará al frente de la Nunciatura el sacerdote polaco Roman Walczak, de 52 años, que será "encargado de negocios", según confirmaron a Europa Press fuentes de la Nunciatura. El nuncio Bernardito Auza dejará España tras cinco años y medio como nuncio apostólico del Papa en España. En su despedida ante los obispos españoles, el pasado 31 de marzo, durante la apertura de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, Auza aseguró que durante su mandato ha cumplido su tarea de promover las relaciones entre la Iglesia y el Estado. "Creo poder afirmar con modestia que, en el desarrollo de mis responsabilidades ante esta Iglesia local, simultáneamente he podido cumplir también las responsabilidades de promover y fomentar las relaciones entre la Sede Apostólica y las Autoridades en todos los niveles", afirmó Auza el pasado 31 de marzo. Por otro lado, en el ámbito eclesial, Auza destacó que durante estos cinco años y medio como nuncio del Papa en España ha habido unos 50 nombramientos de obispos. "Durante mi tiempo de cinco años y poco más de mandato aquí, hemos tenido casi 50 nuevos obispos, nuevos nombramientos y muchos nuevos obispos, entonces seguramente la parte, podemos decir, la responsabilidad más importante que el Santo Padre me ha confiado", explicó en declaraciones a los medios. Además, destacó los "desafíos" que ha vivido durante estos años junto a la sociedad española, empezando por la pandemia de la Covid-19 teniendo que "condensar" muchos de sus "trabajos y responsabilidades en prácticamente poco tiempo". Igualmente, aseguró que estos cinco años han sido "un periodo interesante no solamente para la Iglesia, sino también para España, para su vida social y política" y añadió que se marcha "muy agradecido a España y a la Iglesia española".
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