 Pero aclara que es una orden de su superior y aboga por dejar la pena en un año y sin libertad vigilada
La Fiscalía pide finalmente una pena de dos años de prisión para Verónica R.Y., una mujer acusada de apoyar a Estado Islámico (DAESH), difundir material propagandístico de la organización terrorista y que presuntamente planeaba convertir a sus cuatro hijos en muyahidines, a pesar de que el fiscal del caso ha advertido al tribunal de la Audiencia Nacional que consideraba más ajustado imponerle una pena de sólo 1 año de cárcel.
En el turno de informes, el fiscal ha señalado que si bien su superior en la carrera fiscal consideraba adecuada la pena de dos años con uno más de libertad vigilada, por primera vez en su dilatada trayectoria se acogía al artículo 25 del Estatuto del Ministerio Público para indicar que a título personal veía razonable dejar la pena en un año de prisión y tres de inhabilitación absoluta para cargo público en concordancia con la petición de la defensa.
En este sentido, tampoco ha considerado adecuado fijar un año de libertad vigilada porque no está justificada de manera especifica la existencia de un estado de peligrosidad.
Tras esta exposición, la defensa de la acusada ha explicado que a la vista de las alegaciones realizadas a título personal por el fiscal, las hacía suyas y declinaba informar. Durante la vista, la acusada ha reconocido los hechos que se le imputaban, si bien ha matizado que nunca adiestró a sus hijos.
EL ESCRITO DEL MINISTERIO PÚBLICO
En su escrito de conclusiones provisionales, recogido por Europa Press, la Fiscalía pedía que fuera condenada a cinco años de prisión y nueve de inhabilitación absoluta por un delito de autoadoctrinamiento y autocapacitación con fines terroristas.
El Ministerio Público detallaba en el mismo que la acusada "vivía con sus cuatro hijos en el domicilio familiar" y que mostró su "intención decidida de desplazarse a territorio bajo el control" de Estado Islámico.
"Se ha acreditado una planificación en cuanto a las personas a las que se uniría y facilitarían su desplazamiento, exteriorizada en las búsquedas de vuelos e itinerarios. La finalidad última sería realizar el viaje junto a sus hijos para que lleguen a ser muyahidines", sostenía la Fiscalía.
"... Mis hijos hacen la yihad algún día 'inshalah', los cuatro, tengo cuatro leones aquí...", llegó a escribir la acusada en uno de los mensajes que fueron localizados por los investigadores.
SE LE INCAUTÓ MATERIAL EN ESPAÑOL, ÁRABE Y RUSO
Según el Ministerio Fiscal, la "acusada no es una mera usuaria de material yihadista, sino que también llevaba a cabo actos de difusión de este tipo de archivos audiovisuales, contribuyendo de esta forma a los fines de la organización terrorista DAESH".
El fiscal, sin embargo, dejaba claro que no se había podido "identificar a terceras personas que se hayan adoctrinado en los postulados terroristas como consecuencia directa" de su actuación, descartando de igual forma que llegase a adoctrinar a sus hijos.
Tras el registro de su domicilio, los agentes descubrieron que la acusada administraba "plataformas de comunicación social y mensajería desde las que se llevaban a cabo publicaciones de índole yihadista con la clara intención de difundir un mensaje incitador a realizar la yihad".
En total, se incautaron soportes digitales "utilizados por la acusada y sus hijos menores, con un total de 79.6 GB de datos, conteniendo archivos en su gran mayoría en idiomas español y árabe, hallándose también otros en ruso".
Según la Fiscalía, los "archivos almacenados en los dispositivos constituyen medios de persuasión, instigación y captación de prosélitos de gran eficacia".
"Ello es así, además de sus propios contenidos, en atención a la forma sugestiva y hábil con se presentan los mensajes, no exenta de componentes épicos y grandilocuentes, potencialmente capaces de romper el modelo internalizado de educación moral y social", denunciaba.
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