El crecimiento de la economía de la zona euro se frenará aún más en los próximos meses, según advierte el banco estadounidense Goldman Sachs, que anticipa un PIB "estancado en el segundo semestre", lo que se traducirá en una expansión del 0,7% para el conjunto de 2025 y un leve repunte el próximo año, hasta el 1%. Los analistas del influyente banco de Wall Street reconocen que sus previsiones se sitúan "notablemente por debajo del consenso", incluyendo las proyecciones del personal técnico del BCE de marzo, que aventuraban un crecimiento del 2,3% en 2025 y del 1,9% en 2026, así como también de las últimas previsiones del FMI, que augura una expansión este año del 0,8% para la zona euro y del 1,2% el siguiente. De este modo, destacan que "las perspectivas de crecimiento e inflación de la zona euro se han debilitado considerablemente" tras una lectura en abril del PMI compuesto preliminar apenas por encima del umbral que indica ausencia cambios (50,1 puntos), en línea con la estimación del banco de un crecimiento del PIB del 0,1% en el segundo trimestre, además de caídas en las expectativas de encuestas como ZEW y Sentix, así como en la confianza del consumidor. En este sentido, consideran probable que las tensiones comerciales persistentes afecten significativamente la actividad debido a un menor comercio neto y una inversión más débil, a pesar de la pausa de 90 días del presidente Trump en los aranceles recíprocos específicos para cada país, además de que un crecimiento mundial más débil lastrará las exportaciones, mientras que las condiciones financieras apuntan a un aumento de las dificultades. "En consecuencia, nos sentimos cómodos con nuestra previsión de crecimiento del 0,7% en 2025 y del 1% en 2026, notablemente por debajo del consenso, las proyecciones del personal técnico del BCE de marzo y las últimas previsiones del FMI", señalan los analistas de Goldman Sachs. En cuanto a las perspectivas de inflación para la zona euro, destacan que también se han debilitado en varios aspectos, ya que los indicadores de crecimiento salarial continúan desacelerándose al mismo tiempo que la reciente apreciación del euro y la caída de los precios de la energía apuntan a "importantes presiones desinflacionarias futuras". Asimismo, advierten de un notable impulso desinflacionario derivado de la reasignación de la oferta global inducida por aranceles, alejándola de Estados Unidos, en particular desde China, que apunta a un exceso de oferta de bienes de aproximadamente 300.000 millones de dólares (263.810 millones de euros), mientras que anticipan una respuesta más cautelosa de la UE contra los aranceles estadounidenses. En conjunto, la entidad ahora pronostica una inflación subyacente en la eurozona del 1,8% en el cuarto trimestre de 2025, del 1,7% en el cuarto trimestre de 2026 y del 1,9% en el cuarto trimestre de 2027. Como resultado, Goldman Sachs considera muy probable un recorte adicional de 25 puntos básicos en la reunión del Banco Central Europeo del próximo 5 de junio, incluso sin descartar una bajada de 50 puntos básicos si las perspectivas económicas continúan deteriorándose, aunque admite que esta posibilidad sigue siendo limitada. "Prevemos nuevos recortes en julio y septiembre hasta el 1,5%, con riesgos asimétricos en torno a la trayectoria futura", auguran los expertos, para quienes el Consejo del podría mantener el tipo de interés de depósito en el 2% después de junio si las perspectivas mejoran notablemente, quizá mediante un acuerdo comercial y una flexibilización de las condiciones financieras, mientras que un mayor deterioro de las perspectivas económicas podría suponer recortes más profundos y rápidos.
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