Al menos ocho refugiados de nacionaliad siria en Líbano han resultado heridos este jueves a consecuencia de la explosión de un dron en una granja cerca de la frontera sirio-libanesa, en la gobernación de Baalbek-Hermel, lo que ha desatado enfrentamientos entre las tropas de ambos países. Equipos de la Cruz Roja libanesa han trasladado a los heridos a hospitales de Hermel después de que detonara un avión no tripulado cargado de explosivos cerca de la localidad de Hawsh al-Sayyed Ali, ha informado la agencia de noticias libanesa NNA. Las autoridades sirias, por su parte, han acusado en la tarde de este jueves al partido-milicia chií libanés Hezbolá de disparar cinco proyectiles desde Líbano contra posiciones del Ejército sirio en la región de Qusayr, al oeste de Homs, a lo que han respondido atacando "inmediatamente". Fuentes del Ministerio de Defensa sirio han confirmado posteriormente a la agencia de noticias estatal SANA que dejaron de atacar "a petición del Ejército libanés, después de que éste emprendiera el peinado y la persecución de los grupos terroristas responsables de atacar el territorio sirio". Las autoridades de los dos países alcanzaron a finales de marzo un acuerdo sobre "la importancia de la demarcación fronteriza" y la "activación de mecanismos de coordinación para abordar las amenazas militares y de seguridad", tras semanas de enfrentamientos en la zona. A mediados del mismo mes anunciaron un acuerdo para poner fin a su intercambio de disparos en la frontera, después de que Damasco denunciara la muerte de varios agentes a manos de Hezbolá, que se desvinculó de lo sucedido. Los combates se saldaron con al menos once muertos en el lado sirio y ocho en el libanés. La frontera ha sido escenario de tensiones entre clanes libaneses cercanos al grupo chií y las nuevas autoridades sirias, instauradas tras la caída en diciembre de Bashar al Assad a raíz de una ofensiva de yihadistas y rebeldes encabezados por Hayat Tahrir al Sham (HTS). El Ejército libanés confirmó este lunes el intercambio de fuego entre el Líbano y Siria en la frontera común, un día después de que tres soldados sirios leales al nuevo gobierno de Damasco murieran en una emboscada perpetrada por militantes del grupo chií Hizbulá dentro del territorio sirio. En febrero y marzo pasados, enfrentamientos esporádicos ya habían enfrentado a clanes chiíes, considerados próximos a Hezbolá, con las nuevas autoridades sirias. A finales de marzo, los ministros de Defensa libanés y sirio se reunieron en Yeda (Arabia Saudí). Acordaron reforzar la seguridad y la coordinación militar a lo largo de su frontera común, de 330 kilómetros de longitud y conocida por su porosidad, y firmaron un acuerdo de principio para demarcarla. El 14 de abril, el primer ministro libanés, Nawaf Salam, viajó a Damasco, donde se reunió con el nuevo dirigente sirio, Ahmad el-Chareh, para hablar en particular de la seguridad fronteriza.
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