RIGA, 25 (DPA/EP)
La construcción prevista de la línea de defensa a lo largo de la frontera oriental que Letonia comparte con Rusia y Bielorrusia, cuya finalización está prevista para 2028, avanza a buen ritmo y "según lo previsto", ha afirmado el viernes el ministro de Defensa letón, Andris Spruds. De hecho, en algunos tramos de los 400 kilómetros de frontera letona con Rusia y Bielorrusia, que también es frontera exterior de la UE, la construcción de la línea ya habría finalizado. Las instalaciones defensivas están pensadas para que el Ejército letón pueda defender el país y a su población desde el primer centímetro, ha explicado Spruds. "El objetivo principal es detener, distraer y destruir a un posible intruso", ha asegurado en su visita a una zona de almacenamiento en la localidad de Zilupe, cerca de la frontera con Rusia. Allí se almacenan numerosas barreras de hormigón y antitanque que se erigirán para fortificar y asegurar la frontera oriental de Letonia. Las obras tienen como objetivo crear la línea de defensa del Báltico, con la que Letonia y sus Estados bálticos vecinos, Estonia y Lituania, buscan protegerse de posibles ataques. Además, para el ministro Spruds reforzar la frontera es una tarea permanente, incluso después de completar la línea defensiva. "Nuestra frontera con un vecino de mentalidad imperialista debe reforzarse a largo plazo", ha afirmado.
EL DESPLIEGUE DE MINAS, PARTE DE LA DEFENSA LETONA
El año pasado, el Gobierno letón decidió invertir unos 300 millones de euros en reforzar la frontera y construir la línea de defensa de acuerdo con los planes de defensa de la OTAN para 2028. Este año se destinarán 45 millones de euros a este fin, con los que, entre otras cosas, se reforzarán la defensa aérea y la cooperación con la industria local y se adquirirán minas y sistemas de sensores. Este jueves, Letonia promulgó la ley que permite al país la salida de la Convención de Ottawa --que prohíbe el uso, almacenamiento y producción de minas antipersona-- alegando "cambios en la seguridad regional". El comandante del Ejército letón, Kaspars Pudans, ha indicado que, a la hora de desarrollar la línea de defensa, los Estados bálticos se guían por las lecciones extraídas de la guerra de Ucrania. Además, Pudans ha subrayado la importancia de las condiciones geográficas de los tres países. "El terreno es nuestra ventaja: nosotros decidimos dónde tendrán lugar los combates en caso de emergencia", ha asegurado.
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