MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
La organización humanitaria Save the Children recordó este viernes a Marruecos y España que “cualquier repatriación colectiva de niños, niñas y adolescentes es ilegal", después de que haya trascendido que ambos países trabajan en un protocolo para la reagrupación familiar de los menores que se encuentran solos en Ceuta.
Save the Children cuestiona su enfoque, ya que considera “ilegales los planteamientos que pasen por reagrupaciones colectivas en lugar de analizar caso por caso la situación de cada menor de edad", y remite a la legislación española y a la internacional.
“Resulta esencial que, tras la llegada al territorio, las autoridades realicen una evaluación del interés superior de cada niño y niña para determinar cuál es la solución duradera que mejor responde sus necesidades y su bienestar”, explica Catalina Perazzo, directora de Incidencia Social y Políticas de Infancia de Save the Children.
Las soluciones duraderas que se planteen al menor, subraya la organización, pueden ser la integración en el país de acogida, el reasentamiento en un tercer país o el retorno al país de origen, ya sea a su familia o al sistema de protección del país de origen.
“Para que el retorno pueda ser considerada como la solución que mejor garantice los derechos del menor —incluyendo su derecho a la salud, la educación y la integridad física— ha de llevarse a cabo tras haberse realizado una evaluación de su interés superior exhaustiva e individualizada".
"Además, es imprescindible que su retorno no suponga un riesgo para su integridad física o moral y que se pueda garantizar un seguimiento individualizado y una garantía de reintegración que permita el cumplimiento de todos sus derechos. En ningún caso podría ser el resultado de una expulsión colectiva ni, sobre todo, que se realice en contra de la voluntad del propio niño, niña o adolescente”.
Según los datos recabados por Save the Children a finales de junio y principios de julio, aproximadamente una cuarta parte de los niños y las niñas migrantes a los que entrevistó en Ceuta había sufrido violencia física, abusos o malos tratos en su país de origen. Asimismo, uno de cada seis declaró padecer tortura o trato degradante antes de llegar a España.
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