MADRID, 07 (SERVIMEDIA)
La ministra de Sanidad, Mónica García, aseguró este jueves que “a día de hoy no hay ningún brote infeccioso ni ningún signo de alarma” en las zonas afectadas por la DANA, aunque remarcó que “estamos vigilantes” porque las aguas estancadas “nos preocupan”.
Así lo manifestó en una entrevista en RNE, recogida por Servimedia, en la que subrayó que “por ahora no es necesario evacuar a la población” de estas zonas afectadas por la DANA, pero “estamos vigilantes porque las aguas estancadas y residuales nos preocupan porque son las que transmiten patógenos. Esperamos que la situación mejore pero estamos vigilantes”.
La titular de Sanidad señaló que “desde el primer momento estamos haciendo protocolos basados en la evidencia científica porque hay riesgo de patógenos en aguas estancadas que pueden desencadenar infecciones y en enfermedad gastrointestinal o alguna neumonía”.
Por ello, insistió, “siempre de la mano de la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana se ha puesto en marcha un protocolo de detección precoz para detectar a tiempo cualquier tipo de infección relacionada con síntomas de los que hemos alertado”.
De hecho, si algún vecino o voluntario expuesto a las zonas inundadas que presentan síntomas como fiebre persistente, vómitos intensos, diarreas, dificultad para respirar, dolor abdominal, coloración amarillenta de la piel, heridas infectadas o deshidratación “que acuda a su centro sanitario de referencia para tomarle muestras y pautarle un tratamiento”, remarcó Mónica García.
ASISTENCIA SANITARIA ASEGURADA
Sin embargo, ante los daños severos de algunos centros de salud, se pusieron en marcha puntos de asistencia alternativos para que la población pueda ser atendida. De hecho, subrayó, “no hay ningún área de población que esté desatendida”.
En este sentido, Mónica García recordó que ocurre lo mismo con los medicamentos, ya que se pusieron botiquines de emergencia para que los pacientes puedan tener acceso a sus tratamientos. Incluso, insistió, “no hay desabastecimiento de fármacos, por lo que mantenemos la asistencia sanitaria haciendo una vigilancia epidemiológica exhaustiva”.
Aseguró que ya tienen detectados los patógenos que pueden provocar esas infecciones. Por lo tanto, “ahora mismo, tras hablar con la Consejería de Sanidad y con el personal del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias trasladado a la zona, no hay ningún brote ni ningún signo de alarma”.
Sin embargo, aclaró que “el proceso será largo porque esas aguas estancadas pueden traer patógenos y vectores que pueden transmitir enfermedades”.
NO VACUNACIÓN MASIVA
En cuanto a las heridas y cortes, la ministra de Sanidad recomendó seguir las pautas de vacunación normales. “No hay que hacer una vacunación masiva del tétanos, ya que la población española está muy cubierta. En cambio, en aquellas personas que no tienen la pauta de vacunación al día habría que ponerles un refuerzo”.
A este respecto, García tranquilizó al afirmar que en tétanos, difteria y hepatitis A hay buenas coberturas vacunales. Además, aseguró que “se han enviado refuerzos de todas estas vacunas para que la población esté cubierta si es necesario”.
Con el fin de evitar problemas de salud, la ministra de Sanidad recomendó a la población, voluntarios y personal que trabaja en las zonas afectadas por la DANA que “lleven ropa de manga larga, mascarillas, guantes, protección ocular y lavarse las manos con frecuencia para evitar la transmisión de microorganismos”.
RESPONSABILIDADES
Respecto a la responsabilidad política y “echarse las culpas unos a otros”, la ministra aclaró que “aquí solo hay un culpable y es la DANA, un fenómenos catastrófico del que tendremos que evaluar y reflexionar sobre las consecuencias que tiene el cambio climático”.
No obstante, afirmó que “hay responsabilidades pero no es el momento de señalarlas aunque las haya muy graves, pero ahora es el momento de ponernos manos a la obra para reconstruir y a salvar vidas”.
Del mismo modo, hizo hincapié en la comunicación veraz porque “la información y la ciencia salvan vidas” y los bulos y alarmas “ponen en peligro a la población. Hay que huir de la desinformación y señalar a quienes desinforman y hacen bulos para crear más miedo y falsas alarmas en la población”.
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