MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
La red diocesana de Cáritas acompañó en 2023 a 3.667 mujeres víctimas de violencia machista. De ese total, 2.994 se encontraban en contextos de prostitución, 800 eran víctimas de explotación sexual, 275 presentaban indicios de trata, 590 sufrían violencia de género en el ámbito de la pareja y ocho eran víctimas de otras violencias.
Son algunos datos que recordó la organización católica con motivo de la celebración, el 25 de noviembre, del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En este marco, Cáritas sigue trabajando con el objetivo de "conseguir una verdadera igualdad y justicia entre hombres y mujeres".
Por ello, el acompañamiento a las mujeres víctimas de violencia machista es una apuesta significativa en la acción social de Cáritas, con un apoyo "muy variado" a las mujeres más vulnerables y sus hijos, "con procesos de acogida y acompañamiento se ofreció a las mujeres y a sus hijos e hijas lugares seguros, apoyo psicosocial, asesoramiento jurídico, talleres de desarrollo personal y social, orientación e inserción sociolaboral y ayudas económicas en aquellos casos de especial vulnerabilidad y exclusión social. Además, la Confederación puso a disposición de esta realidad 16 pisos y casas de acogida y 15 centros de día (de régimen ambulatorio)".
“En los últimos años observamos un preocupante aumento de las mujeres que ejercen la prostitución en asentamientos chabolistas de inmigrantes, y sobre los que podría haber una realidad de trata", denunció Leticia Escutia, del equipo de Inclusión Social de Cáritas Española.
En general, son mujeres que llegaron contratadas en origen, pero que decidieron no volver a su país al finalizar la campaña, explicó la organización. "Además, han pasado de estar documentadas a una situación administrativa irregular. En algunos casos, están embarazadas y controladas por personas de su misma nacionalidad. Las mujeres que viven en condiciones muy precarias se enfrentan a un mayor número de agresiones, ya que su vulnerabilidad es mucho mayor en estas zonas aisladas donde no hay protección ni cobertura sanitaria”, señaló.
Escutia también alertó de que “los distintos tipos de violencia machista no disminuyen". "Esto hace aún más importante nuestra labor desde Cáritas para contribuir a crear una sociedad en la que no se ejerza ningún tipo de violencia contra las mujeres. Por ello, hemos reforzado nuestras acciones formativas para sensibilizar, prevenir, identificar y acompañar de manera correcta a las mujeres que sufren estas situaciones tan injustas”, explicó.
CONCIENCIA POLÍTICA Y SOCIAL
Por todo ello, desde el ámbito de la incidencia política, Cáritas insta "a las Administraciones públicas, responsables políticos, agentes económicos y sociales, a la comunidad cristiana y a la sociedad en su conjunto a tomar conciencia de esta enorme lacra social".
Por ello urge a los grupos parlamentarios la “protección efectiva de las víctimas de violencia machista”, ampliando el concepto de violencia de género -previsto en la Ley Orgánica 1/2004 de 28 de diciembre- a todas las formas de violencia machista.
Además, la organización solicita unificar a nivel estatal los criterios y flexibilizar los procedimientos de acreditación de la condición de víctima para garantizar así el acceso efectivo a derechos de todas las mujeres que sufren violencia machista en cualquier ámbito de su vida con independencia del territorio y de su situación administrativa.
“La normativa estatal contempla un concepto restrictivo de violencia machista lo que limita su ámbito de aplicación y protección. A nivel autonómico, además existe diversidad en relación con el concepto y el proceso de acreditación de la condición de víctima lo que provoca diferencias en función del territorio en el acceso a derechos (vivienda, empleo …), medidas de protección o a prestaciones sociales”, aseguró Raquel Benito, del equipo de Incidencia Política de Cáritas Española.
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