MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
Los cabezazos en el fútbol pueden causar más daño al cerebro de lo que se creía, según un estudio con resonancias magnéticas cerebrales realizadas a 352 futbolistas aficionados -hombres y mujeres- de entre 18 y 53 años.
Los investigadores compararon esas resonancias magnéticas con las hechas a 77 atletas y analizaron los resultados en un estudio que se presentará la próxima semana en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica.
El cabezazo es una técnica muy utilizada en el fútbol, en la que los jugadores controlan la dirección del balón golpeándolo con la cabeza. En los últimos años, se han realizado investigaciones que sugieren una relación entre los impactos repetidos en la cabeza y las enfermedades neurodegenerativas, como la encefalopatía traumática crónica.
“Los posibles efectos de los impactos repetidos en la cabeza durante el deporte son mucho más amplios de lo que se sabía hasta ahora y afectan a lugares similares a los que hemos visto en la patología de la encefalopatía traumática crónica”, según Michael L. Lipton, profesor de radiología en el Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia en Nueva York (Estados Unidos), quien añade: “Esto plantea la preocupación de que los impactos en la cabeza puedan tener efectos adversos tardíos”.
Si bien estudios anteriores han identificado lesiones en la materia blanca del cerebro en jugadores de fútbol, Lipton y sus colegas utilizaron un nuevo enfoque con una técnica avanzada de imágenes cerebrales llamada resonancia magnética de difusión para analizar la microestructura cerca de la superficie del cerebro.
PEOR RENDIMIENTO COGNITIVO
Los jugadores de fútbol analizados que rematan el balón con la cabeza a gran altura mostraron anomalías en la materia blanca del cerebro adyacente a los surcos profundos en la superficie del cerebro. Se sabe que las anomalías en esta región del cerebro ocurren en lesiones cerebrales traumáticas muy graves.
Las anomalías fueron más prominentes en el lóbulo frontal del cerebro, una zona más susceptible a sufrir daños por traumatismos y que suele sufrir impactos durante los cabezazos en el fútbol. Los impactos más repetitivos en la cabeza también se asociaron con un aprendizaje verbal más deficiente.
“Nuestro análisis demostró que las anomalías de la materia blanca representan un mecanismo por el cual el cabeceo conduce a un peor rendimiento cognitivo”, recalca Lipton.
La mayoría de los participantes del estudio nunca habían sufrido una conmoción cerebral ni habían sido diagnosticados con una lesión cerebral traumática. Esto sugiere que los impactos repetidos en la cabeza que no resultan en lesiones graves pueden afectar negativamente al cerebro.
“El estudio identifica anomalías estructurales del cerebro a causa de repetidos impactos en la cabeza entre deportistas sanos”, indica Lipton, quien agrega: “Las anomalías se producen en los lugares más característicos de la encefalopatía traumática crónica, se asocian con una menor capacidad para aprender una tarea cognitiva y podrían afectar a la función en el futuro”.
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