MADRID, 18 (SERVIMEDIA)
Las esculturas en bronce y mármol que representan a varios miembros de la familia del emperador Carlos V, realizadas en los talleres de Leone (1509-1590) y Pompeo Leoni (hacia 1533-1608), afamados escultores milaneses que trabajaron para la Corte española, han vuelto a ser situadas en la Galería Central del Museo Nacional del Prado, cerca de la obra de pintores como Tiziano, que contribuyeron a la difusión de la imagen de la dinastía Habsburgo.
Según informó el Prado, estas esculturas fueron concebidas para “perpetuar el linaje y la fama a través de la representación plástica” y representan “un verdadero alarde no sólo en su mismo concepto compositivo, derivado de los consagrados modelos grecolatinos, sino en un esmerado acabado, de extraordinaria minuciosidad, propia de un trabajo de orfebrería”.
El origen de las tres representaciones en bronce de cuerpo entero con las imágenes de la emperatriz Isabel, su hijo Felipe II y su tía María de Hungría está en la galería de retratos que ésta proyectaba para su castillo de Binche, en las inmediaciones de Bruselas (Bélgica), y que se inspiraba en el programa dinástico que rodeaba el sepulcro del emperador Maximiliano de Habsburgo en Innsbruck (Austria).
A ellas se añaden el busto en bronce de Carlos V o la escultura en mármol de cuerpo entero de éste, que, según el Prado, son “la expresión más acabada de un exquisito encargo”.
La nueva ubicación de estas obras en la Galería Central del Prado, cerca de las obras de pintores como Tiziano, que trabajaron para difundir la imagen de los Habsburgo, según la pinacoteca, “contribuye a establecer un juego enriquecedor entre la pintura y la escultura, colocadas en un mismo plano, para evocar el contexto en que se alumbraron y valorar la íntima vinculación iconográfica, de indumentaria, y simbólica”.
A su vez, su disposición a una altura más comprensible hará posible “disfrutar los detalles de su factura” y “valorar la extraordinaria habilidad de unos artífices para los que el detalle formaba parte inherente de una obra cargada de diversos significados”.
Esta actuación del Prado se suma a las nuevas instalaciones museográficas en el Patio Norte del Edificio Villanueva, o Sala 58B, con la presentación de “un conjunto único” en España de 18 medallones anónimos, de mármol, con perfiles de diversos personajes, datados en fechas anteriores al siglo XV; y en la Galería Jónica norte de la primera planta del edificio Villanueva, que plantea “un acercamiento más panorámica, completa y sugestiva a la creación en estas disciplinas artísticas desde al Antiguo Egipto al Barroca”.
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