MADRID, 15 (SERVIMEDIA)
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que la producción de un país puede aumentar en un 0,2% en cinco años, gracias a la entrada de un 10% de población inmigrante en el mismo periodo, como consecuencia de la derivación de otras jurisdicciones con políticas migratorias más restrictivas.
Esa es una de las conclusiones del Capítulo 3 'Viajes y cruces: repercusiones de las políticas de migración y refugio', dentro del informe de previsiones económicas mundiales, publicado este martes.
El FMI reconoció en este documento que el efecto global sobre la producción suele resultar "modesto", puesto que los flujos de entrada pueden "sobrecargar los recursos locales". Además, cuando se trata de refugiados, estos "tienden a estar menos adaptados a las necesidades de cualificación de los mercados laborales locales".
No obstante, el organismo matizó que los efectos sobre la producción se pueden amplificar si las cualificaciones de los inmigrantes legales y refugiados complementan las de los nativos. Esto provoca un aumento de los salarios de los trabajadores autóctonos con empleos complementarios, mientras que el resto pueden experimentar una reducción, sobre todo a corto plazo, por el aumento de la competencia.
"La mejora de las políticas de migración transfronteriza y de integración de los refugiados, junto con la inversión en infraestructuras y las políticas activas del mercado laboral, pueden contribuir a aliviar los costes de congestión a corto plazo. La cooperación internacional también puede ayudar a redistribuir estos costes", agregó el documento.
El FMI también subrayó que la implementación de políticas de integración y cualificación pueden resultar "especialmente importantes" en las economías de mercado emergentes y en desarrollo.
En lo que respecta a las medidas para aliviar las presiones sobre los servicios y las infraestructuras locales, el organismo recomienda a los países dar prioridad a la inversión pública productiva y promover el desarrollo del sector privado.
Asimismo, el organismo destacó la importancia de la cooperación política internacional para distribuir los costes a corto plazo de la acogida de los flujos grandes e inesperados de forma más uniforme entre las economías y mejorar los resultados a largo plazo.
En 2024, el flujo de inmigrantes legales y refugiados alcanzó los 304 millones de personas, el equivalente al 3,7% de la población local, y casi el doble que en 1995. Cerca del 40% de los inmigrantes y el 75% de los refugiados reside en mercados emergentes y economías en desarrollo. Aunque la gran mayoría de ellos aspira a migrar a economías avanzadas, la realidad es que acaban en países próximos a los de origen, con ingresos similares.
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