MADRID, 18 (SERVIMEDIA)
El obispo de Vic, Román Casanova, encabezará una delegación de personas con discapacidad que acudirá a Roma a finales de abril para participar en el Jubileo de las Personas con Discapacidad, uno de los jubileos temáticos convocados este 2025 por el papa Francisco en el contexto del Jubileo 2025 que ha dedicado a la esperanza.
Según indicaron los organizadores a Servimedia, junto al prelado, que también es responsable del área pastoral para las personas con discapacidad de la Conferencia Episcopal Española (CEE), viajarán unas 15 personas procedentes de varias diócesis, entre las que se incluyen laicos y consagrados y personas con discapacidad física, psíquica y sensorial.
El programa de este evento convoca en torno a la tumba de San Pedro a los peregrinos con discapacidad en una doble jornada de actividades religiosas y lúdicas. Según la web oficial del Jubileo, la cita arrancará el lunes 28 de abril con la peregrinación a la Puerta Santa, que podrá cruzarse entre las 8 de la mañana y las 17 horas, con la posibilidad de confesarse en las iglesias jubilares de la ciudad. Por la tarde, en la Plaza de San Pedro, las personas con discapacidad participarán en una misa a las 17 horas.
Al día siguiente, martes 29 de abril, si su estado de salud lo permite, está programado un encuentro con el papa Francisco. Será a las 11 de la mañana también en la Plaza de San Pedro.
"Me temo que lo mismo que ha hecho en el Jubileo de los Enfermos lo haga con las personas con discapacidad y aparezca de sorpresa por allí", indicó ilusionado Mariano Fresnillo, una persona ciega que estará en Roma esos días con la delegación de la CEE. Con ello, este católico con discapacidad compartió su deseo de "entrevistar" al Papa si puede tenerle cerca, como ocurrió recientemente con ese otro jubileo al que acudió Francisco a saludar cuando nadie le esperaba.
Tras ese posible encuentro con Francisco, previsto en principio por los organizadores del Jubileo, la Santa Sede ha convocado un almuerzo de bienvenida en los Jardines de la Ciudad que será la antesala de un momento de fiesta en el mismo lugar. Este tiempo de ocio se prolongará hasta las 19 horas.
REGALAR ESPERANZA
Algunos de quienes acudirán a Roma con la CEE participaron recientemente en el III Encuentro de responsables diocesanos para las personas con discapacidad, que se celebró en Madrid con el lema 'Todos juntos regalamos esperanza'.
En concreto, casi 60 personas de una treintena de diócesis españolas vivieron el pasado 5 de abril "un encuentro esperanzador, accesible, fraterno, católico" para incluir en la comunidad eclesial "a todas las personas", resumió Inés Escobar, responsable de la pastoral de las personas con discapacidad de la archidiócesis de Mérida- Badajoz.
El encuentro lo abrió el citado obispo Casanova, que invitó a "un encuentro vivo y personal donde revitalizar la esperanza" y "sin miedos" a las vulnerabilidades y discapacidades. En la cita también participó Miguel Ángel Valero, profesor en la Universidad Politécnica de Madrid, que habló sobre 'Accesibilidad: fraterna, católica y transversal".
Según Escobar, esa ponencia del experto en accesibilidad hizo a los presentes "repensar que todos somos agentes de accesibilidad y todos-juntos somos capaces de dar respuestas inclusivas". "¡Cuántas barreras hay que solucionar en nuestras parroquias que impiden que todos tengamos los mismos derechos!, tener una visión fraterna de forma equitativa para la participación de todos: puertas parroquiales, tecnología aplicada, pantallas adecuadas…", reflexionó la responsable de la pastoral de Mérida, que también puso en valor otros testimonios de personas con discapacidad que se compartieron durante el encuentro.
Todo ello enlaza con la llamada del papa Francisco a la inclusión de "todos, todos, todos" en la Iglesia. En 'Fratelli tutti' el Papa escribió que muchas personas con discapacidad "sienten que existen sin pertenecer y sin participar"; que hay todavía mucho "que les impide tener una ciudadanía plena" y que el objetivo no es solo cuidarlos, sino que "participen activamente en la comunidad civil y eclesial".
"Es un camino exigente y también fatigoso, que contribuirá cada vez más a la formación de conciencias capaces de reconocer a cada individuo como una persona única e irrepetible", añadió el Pontífice, que hoy, por la edad y la enfermedad conoce por propia experiencia lo que es vivir la fe desde una silla de ruedas.
|