MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) denunció este jueves que más de un millón de hectáreas de campo español sufre actualmente pérdidas a causa de la "proliferación descontrolada" de especies de fauna silvestre, especialmente conejos y jabalíes.
La asociación asegura en un comunicado que ha trasladado esta estimación al Gobierno en una reunión bilateral mantenida con la directora general de Mercados del Ministerio de Agricultura, Elena Busutil, a la que ha expresado su "máxima preocupación" por las "graves pérdidas" que se están produciendo en las explotaciones agrarias de todo el país.
La organización profesional calcula que las pérdidas de cosecha se pueden llegar a situar entre un 20 y un 30% en fincas de cereal, pero llegan a triplicarse en cultivos leñosos, donde conejos y roedores atacan directamente los troncos de los árboles. En el caso del conejo, cifra en 800.000 las hectáreas actualmente afectadas por sus daños.
COAG reclama un paquete de medidas urgentes, entre las que destacan una mayor coordinación del Gobierno central y las comunidades en gestión de fauna silvestre y cinegética y compensaciones a los agricultores más afectados.
"Ya no sólo se comen las cosechas: excavan sus madrigueras dentro de las parcelas, provocando el hundimiento del terreno y dificultando el paso de maquinaria agrícola", ha subraya el responsable de Fauna Salvaje de COAG, Javier Fatás.
"REFUGIOS SEGUROS"
La confederación señala que los conejos y los jabalíes no son los únicos responsables de los daños en el campo. La cabra hispánica está generando también serios problemas, agravados por brotes de sarna, una señal clara de sobrepoblación. A esto se suman otras especies como ciervos, corzos y roedores (ratas y topillos).
Según COAG, las aves también contribuyen significativamente a las pérdidas agrícolas. La perdiz, por ejemplo, causa daños especialmente en los primeros días tras la siembra, obligando a los agricultores a cubrir los cultivos con mantas protectoras para evitar pérdidas que pueden alcanzar hasta el 40% de lo sembrado. Asimismo, tórtolas y palomas provocan daños notables, comprometiendo no sólo la cosecha del año, sino también la de temporadas futuras.
COAG exige a las empresas titulares de infraestructuras que asuman su responsabilidad y desarrollen planes de gestión poblacional como vallados cinegéticos o limpieza de taludes, para evitar que estos espacios sigan siendo "refugios seguros" para especies invasoras.
COAG aboga por que la caza se entienda como una herramienta de control poblacional, diferenciándola de la caza deportiva y fomentando la participación activa de los cazadores en el control de poblaciones incentivando su colaboración.
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