HUESCA, 26 (SERVIMEDIA | ARAGÓN PRESS)
La Guardia Civil de Huesca ha destruido un total de 608 armas obtenidas en diferentes intervenciones, entre las que había 305 escopetas, 45 rifles, 69 pistolas, 29 revólveres, 34 carabinas de aire comprimido, 1 ballesta y 88 armas blancas, además de objetos considerados peligrosos para la seguridad ciudadana.
La acción fue realizada mediante el traslado a una empresa siderúrgica, donde fueron destruidas a través de un proceso de fundición.
Todas estas armas se encontraban depositadas en las diferentes Intervenciones de Armas y Explosivos ubicadas en Huesca, Monzón, Graus, Jaca y Monzón. Esta destrucción se enmarca en el Plan Integral de Control de Armas de Fuego (Picaf), dando así cumplimiento a la legislación nacional de la Unión Europea y al protocolo de NNUU contra la fabricación y tráfico ilícito de armas de fuego.
De manera periódica, la Guardia Civil de Huesca, una vez realizados los trámites pertinentes y cumplidos los plazos de depósito establecidos, procede a destruir todas aquellas armas que han sido intervenidas por estar implicadas en ilícitos, penales o administrativos. Lo mismo, con otras que sus titulares han cesado en el derecho a la tenencia y uso, y no les han dado otro destino legal.
Con este plan de control, se pretende prevenir el tráfico ilegal de armas de fuego, la no recuperación de las armas inutilizadas, la no transformación en armas de fuego de las armas detonadoras o las de aire o gas comprimido, así como la fabricación artesanal de artilugios capaces de disparar cartuchería real.
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