MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
El sacerdote músico Toño Casado, párroco de la Iglesia del Pilar de Madrid, asegura que una de las grandes virtudes del papa Francisco fue que "no le hacía falta traductor", razón por la que ha llegado incluso "al corazón de personas alejadas de la iglesia o ateas". "Francisco es un anecdotario con patas", muchas de ellas reveladas por el amigo íntimo del Pontífice, Juan Carlos Molina.
Autor de musicales religiosos de éxito como '33', 'Vía Crucis' o 'Sueños', Toño Casado explicó a Servimedia que tuvo la ocasión de conocer al Papa de cerca en tres ocasiones. La primera vez fue a visitarle a la Casa Santa Marta, donde residía. "Estuve sentado a su lado una hora y media escuchándole, junto con unos amigos, y estuvimos hablando, compartiendo, mientras Francisco tomaba su mate", relató.
En esa ocasión presentó al Pontífice su trabajo "de cura artista", mediante un dossier que recogía todas sus obras musicales. Pero lo que realmente sorprendió del Papa a Toño Casado fue la gran inteligencia del jesuita y su trato personal excepcional.
"Cuando él habla y te mira, no existe nada más en el mundo que tú, cosa que está muy bien para los eclesiásticos, que a veces llevamos ya un discurso preparado para todo el mundo. Sin embargo, Francisco hablaba de lo que tú le habías contado y te lo iluminaba con el Evangelio, con Jesús. Y luego siempre terminaba con un chiste porque él era muy gracioso, muy tierno".
Al sacerdote aún se le escapan algunos verbos en presente cuando habla del Papa enterrado este sábado en la basílica de Santa María la Mayor de Roma; aún le cuesta asimilar su muerte.
CON NACHO CANO
En su segunda visita al Papa, Casado viajó junto al músico Nacho Cano, quien regaló a Francisco una canción sobre el bautismo. Entonces recibió muy buenas críticas a su labor artística y pastoral. "Me miró y me dijo: 'Me encanta todo lo que haces, ¡ánimo, adelante!'. Siempre te llena de alegría que el Papa te diga eso", aseguró a Servimedia.
Gracias al aliento del Papa, el musical 'Via Crucis' se ha estrenado en las catedrales de Córdoba, Zaragoza, Santander, Madrid, Valladolid y recientemente en la de Panamá. Otra anécdota viene a la cabeza del músico: "Cuando le enseñé el póster de 'Vía Crucis' me dijo: 'Che, al Papa no le han puesto en el póster'… Era muy bromista".
En el último encuentro con el sucesor de Pedro, el padre Casado acompañó a Juan Carlos Molina, amigo íntimo de Jorge Bergoglio: "Francisco es un anecdotario con patas, según me ha contado Juan Carlos, por quien sé que el Papa se lavaba los calcetines en su habitación y los ponía a secar".
"El Papa iba por el Vaticano apagando las luces de noche para no gastar, como buen párroco; y hablaba con todo el mundo. Por eso, se decía que el Vaticano estaba 'lleno de los ojos de Francisco'. Como él tenía muy buena relación con la gente de la limpieza, con los guardias suizos y todo el personal, cuando se enteraban de cosas, se las contaban".
Al terminar esa visita, recibieron rosarios de regalo de manos de Francisco. "Nos dejamos olvidados los rosarios: yo creí que los había cogido mi amiga Leto, que nos acompañaba. Entonces Juan Carlos, el gran amigo del Papá, le por el móvil y le contó lo sucedido: "Francisco contestó: '¡Qué boludo, Toño!', esa fue su expresión, y volvimos a recogerlos".
LA MONJA DE PERSONAS TRANS
El sacerdote también se detalló que la monja que acudió esta semana al velatorio del Papa junto a los cardenales era una amiga muy cercana a Francisco: "Trabaja en la pastoral del circo y tiene 80 años. Se dedica a ayudar a personas que tienen una vida compleja y diferente, los trabajadores de estos espectáculos. Además, ella se dedica también a la pastoral de los transexuales de Roma, otro mundo complejo".
En una ocasión, esta religiosa organizó un encuentro del Papa con personas transexuales, ante las críticas de sectores más conservadores de la iglesia. "El Papa lo que hizo fue tomar café y estar con aquellas personas que sufren en sus vidas, que no quiere decir que legitime determinadas actitudes… Yo creo que el Papa ha llevado a la práctica el mandato de Cristo: 'No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados'. Recuerdo como decía, sonriendo, que en la Iglesia caben todos, todos, todos".
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