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Aurora Peregrina Varela Rodriguez
Nace en Caracas, Venezuela. Doctora en Ciencias de la Informacion. USC. 1998. Licenciada en Madrid en Imagen y Sonido. 1990. Colaboradora de revistas en Internet, como Horizonte de Letras o Arena y Cal. Colaboradora de Alerta Digital. Autora de los libros de poemas "Amaneciendo" y "Tsunami de rosas". |
Personalmente fui desarrollando el amor por la pintura de diferentes modos a lo largo de los años: como complemento de trabajo, enfocado a la enseñanza y a obtener en los alumnos los beneficios que aporta y, al mismo tiempo, para mi propia satisfacción expresando, creando y desarrollando mis aptitudes.
Pocha de oro negro... de cruel mirada cuando el hambre de triste sombra la invade, como Nanny es fiel llamando a su dueña. De cuello estrecho pero real y blanca y negra, y de ojos verdes cual dos luceros, y rabo de ratón...
Mini, mi gata de ojos azules… cual terciopelo tu textura, de acero inoxidable, del bueno… cual recuerdo en la distancia, Minini beige de pelo, Minia dorada del sol Minia de dioses lejanos...
Puede llevarse el Ocaso en un arranque oportuno el dolor que en una caja, guardado, he dejado en mi mesilla...
Creemos en Dios, sin saberlo siquiera...
Gato verde y color mostaza, perico amarillo, bueno ya, gato de color verde en un rincón del mundo, que luce y aleja a los demonios. Gato maravillosamente del color del campo y de las verduras de la huerta…
Quiero el corazón alegre y dar brincos de mujer contenta y mantener mi talento en el corazón de huevo frito, inquieto, brincador, con lazos eternos y bulliciosamente. Quiero un latir duradero, bate que bate, tac tac tic tac, que mi vida se acaba sin tu mirar.
Mar, eterno mar.
La mayor miseria de este mundo se encuentra en el hombre, mis hermanos.
Me ha llamado por teléfono Eugenio, dice que me quiere y que me iré con él, pero tiene madre ¿qué vamos hacer?, señora para cuidar no la deseo, lo bueno en malo se puede convertir y entonces... no sé que hacer, sigue tu camino en solitario.
Cometas de arena que sueños de plástico, papel y lata son. Cometa que morirá algún día y no falta demasiado, cuando eso suceda todo se llenará de flores y no tendré por donde andar, me tiraré en una cama en la playa para contemplar el cielo y entonces, podré dar gracias: por haber tenido cometas en mi camino que me enseñaron a ser lo que soy, por haber tenido a mis felinos, que fueron como hijos...
Roma o Bogotá. ¿A cuál de esos lugares iré a vivir?, lo que mande Dios, que nada mejor voy a encontrar que Roma de Italia o Bogotá en Colombia, en zona de pobres para que no me encuentren y todo se convertirá en "victoria" para esta dulce señora que quiere ser llamada "dama".
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