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“Soy mayor, no idiota” decía el lema de la campaña lanzada por un jubilado valenciano de 78 años que reunió 100.000 firmas para reclamar a los bancos un trato humano. Se quejaba, y con razón, del cierre de sucursales bancarias porque casi todas las gestiones se pueden hacer de forma telemática, según tiende a decir la banca en general, pero no es lo mismo.
Tras más de dos años inmersos en una crisis de inflación, España y el resto de países de su entorno continúan en cifras alejadas de la tasa de inflación del 2 % que marca como objetivo el Banco Central Europeo. Esto representa una crisis de incremento del coste de la vida que ha hecho mella en el día a día de los hogares, pero cuyas consecuencias en el medio y largo plazo comienzan a percibirse.
En una época en la que la inflación está erosionando el poder adquisitivo de muchas personas, es natural que surja el deseo de maximizar el rendimiento de los ahorros y evitar que pierdan valor con el tiempo. No obstante, para aquellos que carecen de conocimientos avanzados en los mercados financieros, la idea de invertir puede parecer abrumadora.
Parto de la base de que no me refiero a ese tipo de “timados” que lo son por pasarse de listos. Aquellos que adquieren bienes de dudosa procedencia o inversiones con intereses desorbitados que de entrada “cantan la Traviata”. Trato de reflejar ese otro grupo de personas de buena voluntad que han llegado a ese maravilloso segmento “de plata” que acoge a los que, una vez acabada la vida activa, se disponen a disfrutar de los ahorros y de la merecida jubilación.
Según una encuesta, 2 de cada 5 españoles temen sufrir pérdidas entre sus ahorros a causa de la crisis económica actual. Y es que según los datos publicados por la OCDE, la previsión de aumento de la inflación es del 8,1% para finales de este año, casi 5 puntos más de lo estimado y casi 5 puntos más que los datos del año anterior.
Sin duda la pandemia y la crisis económica ha generado una alerta entre los españoles respecto a la forma en la que se gestionan sus propias finanzas. Durante los dos últimos años el nivel de ahorro familiar en España ha experimentado un crecimiento del 7,1%. Sin embargo este ahorro de por sí no genera tranquilidad y cada vez son más los que se interesan por las inversiones seguras para poder rentabilizar lo ahorrado.
La cuenta de ahorro permite acceder, realizar pagos, consultas, retiros y transferencias de forma fácil y segura. El dinero se puede usar fácilmente a través de la tarjeta de débito, con la que se pueden comprar cosas en las diferentes tiendas o retirar dinero en un cajero, o por medio de la aplicación Onboard BdP de las tiendas App Store o Google Play.
Desde que se anunció el Estado de Alarma el pasado mes de marzo, vivimos días de incertidumbre social, económica y política. La pandemia del coronavirus ha ido avanzando con pasos agigantados hasta convertirse en el "monstruo" que es a día de hoy a escala mundial. Mucha gente está estudiando e informándose sobre cómo invertir su dinero para poder conseguir rédito y poder afrontar el un futuro que se avecina algo incierto con tranquilidad.
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