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Enrique Canchola Martínez (La Moncada, Guanajuato. 1950), estudioso en neurociencias, es un científico mexicano que cada vez más gana terreno en el arte de hacer visible, desde su expertiz, aquello de lo cual habitualmente los investigadores de su tipo no se ocupan. Aborda desde sus conocimientos, lo mismo la autopoiesis en el arte, que el chamanismo como evolución del cerebro y la consciencia.
Este 22 de julio, es el Día Mundial del Cerebro, una fecha impulsada por la Federación Mundial de Neurología (WFN–World Federation of Neurology) para concienciar sobre las enfermedades neurológicas. Este año está dedicado a poner el foco sobre esta patología que afecta a más de 2,8 millones de personas en todo el mundo y a unas 50.000-55.000 en España.
Este 22 de julio se conmemora el Día Mundial del Cerebro, una fecha impulsada desde hace seis años por la World Federation of Neurology (WFN), que este año se ha querido dedicar a concienciar sobre la enfermedad de Parkinson, con el objetivo de intentar mejorar la calidad de vida de las personas que padecen esta enfermedad neurológica, así como la de sus cuidadores.
En plena situación de cambios y retos para las escuelas, que han tenido que adaptarse a la formación a distancia para contener la propagación de la COVID-19, Ambientech, la Sociedad Española de Neurología (SEN) y KernParma acaban de lanzar el itinerario educativo “Enamórate de tu cerebro”.
Vivir más años sí, pero solo «si estás bien de cabeza». Ese es el comentario habitual de la gente, tanto mayores como en proceso de llegar a serlo. Actualmente, la prevalencia mundial de la demencia se estima en algo más de 44 millones de personas, pero se prevé que podría triplicarse para 2050, y no por ninguna condición extraordinaria, sino por el aumento de las expectativas de vida. Según datos el 87 % de sus clientes mayores prefieren estar bien «de cabeza» que físicamente.
La siniestralidad en carretera suele medirse en términos de víctimas mortales, que constituyen sin duda la peor consecuencia de los accidentes de tráfico. Sin embargo, un dato menos conocido es que por cada fallecido en carretera, se calcula que unas 70 personas sufren secuelas de por vida.
La exigencia de los requerimientos en busca de una convivencia aceptable, dispersa la consistencia de las actuaciones individuales; en una clara tendencia a la LIGEREZA argumental y sobre todo participativa, dejando la incógnita de cuando será el momento propicio para la reconversión gratificante.
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