El reequilibrio de la economía china, pasando de las inversiones orientadas a la exportación a un crecimiento focalizado en el consumo, se verá acelerado por los esfuerzos de desvinculación comercial y tecnológica de Estados Unidos, la Unión Europea o Japón. En los próximos años, China hará hincapié en el aumento de su autosuficiencia tecnológica y la llamada doble circulación, que persigue mejorar la conexión interna de oferta y la demanda con la intención de que la economía china sea más robusta frente a las crisis externas.