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Hay cosas cómicas que hay que tomar muy en serio. Son gansadas que retratan nuestro mundo. Representan el ombliguismo que nos rodea. El término es magistral: define aquello que cree está en el centro del cuerpo (del universo), sin reparar que su función se volvió inútil hace ya tiempo.
El 20 de septiembre se publicó el proyecto del Real Decreto por el que se aprueba el reglamento de la medalla y la placa al mérito en el trabajo. Una norma que recoge la derogación del Real Decreto 711/1982, de 1 de marco, por el que se aprueba el Reglamento de la Medalla al Mérito en el Trabajo, todavía vigente a fecha de hoy.
El día 14 de este mes se han cumplido el nonagenario de la Segunda República española, y no sé si aplicarle el calificativo de ignorante o mal intencionado, a nuestro nunca bien denostado Presidente, que se ha referido a ella con las palabras siguientes:
Se cumple 90 años de la proclamación popular de la II República por medio de las urnas, esa que fue traicionada y abolida mediante las armas por Franco y sus secuaces asesinos, siendo apoyada financieramente por la Iglesia, el Borbón, la Burguesía, Nobleza y Caciques.
El primer artículo del Decreto número 226 de 1937 declara que el himno nacional será «el que lo fue hasta el catorce de abril de mil novecientos treinta y uno, conocido por “Marcha Granadera”, que se titulará “Himno Nacional”, y que será ejecutado en los actos oficiales, tributándole la solemnidad, acatamiento y respeto que el culto a la Patria requiere».
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