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La Audiencia de Barcelona ordenó hace unos días retirar de las farmacias un medicamento genérico que ahorra 380.000 euros diarios a la sanidad pública, en beneficio del que está protegido por derecho de patente. Otro ejemplo más del efecto social tan dañino de este último cuando se aplica a productos esenciales para la vida humana.
En España, el tejido empresarial está dominado por las pequeñas y medianas empresas (pymes), que constituyen más del 99% de los negocios y son responsables de cerca de dos tercios del empleo privado. Sin embargo, el camino de una pyme para convertirse en una empresa de mayor volumen está lleno de obstáculos significativos que a menudo frenan su desarrollo y expansión.
No es bueno emborracharse. Porque después llega la resaca y la vida. Pero aún es peor emborracharse de mentiras electorales. Porque, cuando pasa la resaca, llegan las verdades dolorosas. Se ha centrado toda la campaña en “el combate a la ultraderecha” y en “la corrupción del entorno de Sánchez”, pero lo que se dilucidaba en estas europeas es cómo, quién y con qué plazos y calado va a seguir ejecutándose el atraco contra el 90% de la población.
Últimamente, la cuestión de una hipotética fusión bancaria entre el BBVA y el Banco Sabadell, ocupa las portadas de noticias de televisiones y radios y también de los periódicos en España. Es lógico que suceda, porque supone una vuelta de tuerca más, en un intento de intensificar la concentración bancaria en nuestro país.
“Más de la mitad del valor de la riqueza en España se concentra en manos de apenas un 10% de la población; y un 22%, en las del 1% más rico. Mientras, los hogares que conforman el 50% más pobre apenas concentraban el 7% de la riqueza total del país y han visto cómo se ha reducido el valor de su riqueza.” (Informe Intermón Oxfam).
Hay dos instrumentos oligárquicos de robo. Uno es la inflación monopolista y otro es el expolio financiero. Con ambos nos han saqueado al 90% de los españoles la cantidad de 107.400 millones de euros -295 millones de euros diarios-, un gigantesco trasvase de riqueza de las rentas de las clases populares, trabajadores, autónomos y pymes, hacia la banca y los monopolios de la energía, las grandes superficies y cadenas de distribución.
Tenemos una anomalía grave en nuestro país. Tenemos una clase dominante en España, que ya no es española, es una oligarquía extranjera -sus beneficios dependen de su entrega al gran capital extranjero- a la que ya podemos llamar USAnder y no Santander, USAdrola y no Iberdrola, USAvial y no Ferrovial, y así sucesivamente. Y de la industria española, ¿qué? Veamos un ejemplo.
El oligopolio eléctrico -y otros especuladores energéticos, produzcan energía o no- ha copado el acceso a la red eléctrica comprando el negocio de introducir energía al sistema -acceso que después venden-, por lo que el derecho por megavatio ha pasado en los últimos años de 50.000 euros a 350.000. Y ahora el acceso está copado. Ni un particular ni un pequeño productor ni las comunidades energéticas pueden acceder.
Los datos del último informe de Intermon Oxfam, “La ley del más rico”, nos revelan que el 1% más rico de la humanidad se apropió de dos tercios de la nueva riqueza producida desde 2020. Lo que significa que por cada dólar que recibía una persona del 90% más pobre de la humanidad, uno de los representantes de esa extremadamente minoritaria pero extraordinariamente poderosa élite del capitalismo global se embolsaba 1,7 millones de dólares.
En mayo de 2016 la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) impuso una de 128,8 millones de euros a ocho fabricantes de pañales para adultos, a su asociación y a dos directivos por formar un cártel por fijar los precios de los absorbentes financiados por la Seguridad Social (Servicio Nacional de Salud) que se compran en las farmacias para los pacientes adultos no hospitalizados.
En octubre de 2021, un denunciante envió a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, la FDA, un informe que detallaba infracciones a las normas de seguridad e higiene en la planta de Laboratorios Abbott ubicada en al ciudad de Sturgis, en el estado de Michigan, la fábrica de leche de fórmula para bebés más grande de Estados Unidos.
Redistribuir la riqueza es poner los enormes recursos de los que dispone la economía española al servicio de los intereses del país y de las necesidades de la gente. Al contrario de lo que ocurre en la actualidad, en el que esos recursos son utilizados por una minoría de bancos y monopolios -nacionales y extranjeros- para enriquecerse a costa de saquear al pueblo y esquilmar al país.
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