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Tres años después del golpe militar, la situación de los derechos humanos en Myanmar “está ahora en caída libre”, según ha afirmado el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk. Los combates entre el ejército y los grupos armados de oposición han provocado desplazamientos masivos y víctimas civiles.
El ejército que implantó una dictadura en Myanmar hace dos años ha comprado armas y materias primas para fabricarlas por 1000 millones de dólares a Rusia y vecinos asiáticos exportadores de armamento, según denuncia el relator especial de las Naciones Unidas para los derechos humanos en ese país, Tom Andrews.
El ciclón Mocha ha azotado la costa de Myanmar y Bangladesh. Los vientos de más de 200 km por hora han provocado inundaciones y derrumbamientos. Los equipos de Respuesta Rápida de World Vision están sobre el terreno listos desde el pasado viernes cuando se lanzó la alerta para proporcionar ayuda de emergencia esencial para ayudar a las familias y mitigar el riesgo de pérdidas y proteger las vidas de los niños, niñas y las comunidades.
Transcurridos dos años del golpe militar del 1 de febrero de 2021, Myanmar experimenta una regresión en el campo de los derechos, deploró el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk. Según casi todas las medidas factibles, y en todas las áreas de los derechos humanos -económicos, sociales y culturales, tanto civiles como políticos-, Myanmar ha retrocedido profundamente”.
Tras un año de disturbios sociopolíticos en Myanmar, se estima que al menos 14,4 millones de personas necesitan ayuda humanitaria urgente. Desde el 1 de febrero de 2020, casi 405.700 personas en Myanmar han sido desplazadas internamente como resultado del conflicto armado y la inestabilidad nacional. Comunidades enteras, incluidos niños y niñas, han huido o están siendo desplazados
En el verano de 2017 la violencia arrojaba a 740 000 personas rohingya a escapar de sus hogares hacia Bangladesh. Hoy, dos años después, la situación continúa deteriorándose. Se calcula que cerca de un millón de personas refugiadas vive de la ayuda humanitaria coordinada por el Gobierno de Bangladesh con el trabajo de más de 130 ONG locales, nacionales e internacionales.
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