El ciclón Mocha ha azotado la costa de Myanmar y Bangladesh. Los vientos de más de 200 km por hora han provocado inundaciones y derrumbamientos. Los equipos de Respuesta Rápida de World Vision están sobre el terreno listos desde el pasado viernes cuando se lanzó la alerta para proporcionar ayuda de emergencia esencial para ayudar a las familias y mitigar el riesgo de pérdidas y proteger las vidas de los niños, niñas y las comunidades. La protección de la infancia es de suma importancia, ya que los niños y niñas corren el riesgo de desplazamiento, malnutrición, tráfico y de contraer enfermedades
“En Myanmar el impacto está siendo devastador y mayor de lo esperado, sobre todo en el estado de Rakhine”, explica Moe Thu, director de Emergencias en World Vision Myanmar.
El campo de refugiados más densamente poblado del mundo, Cox’s Bazar en Bangladesh, también se ha visto afectado. “En Cox’s Bazar hay cerca de 960.000 personas viviendo en campamentos y el 50% son niños y niñas. Son los más vulnerables”, dice Frederick Christopher, director de Respuesta a la crisis de refugiados Rohingya.
World Vision en Bangladesh está proporcionando ayuda humanitaria en Cox's Bazar, una zona propensa a los desastres. “Nos preocupa que la inminente temporada de monzones y la amenaza de transmisión de la COVID-19 puedan empeorar la situación en los campamentos superpoblados, haciendo que el agua, el refugio y la protección sean aún más críticos” explica Eloisa Molina, directora de Comunicación de World Vision.
Con el paso de los años, los refugiados rohingya siguen corriendo peligro, y su futuro es incierto. Sin estatuto de refugiado reconocido en Bangladesh ni ciudadanía legal en Myanmar, son más vulnerables a la vulneración de sus derechos ante tormentas mortales y otras emergencias climáticas.
World Vision está en estrecho contacto con los equipos sobre el terreno en Bangladesh y Myanmar y supervisa la situación, coordinando la preparación de una Evaluación Rápida de Necesidades.
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