Parece mentira pero es verdad. Toda la fuerza inicial que el Ayuntamiento de Madrid puso para reactivar la Operación Chamartín se ha ido al traste. Se ha apagado. Hemos entrado en un paréntesis que los más informados dicen que durará tiempo.

En el verano de 2017, el Ministerio de Fomento, el Ayuntamiento de Madrid y Distrito Castellana Norte (DCN) llegaron a un acuerdo para relanzar la Operación Chamartín.

“El BBVA se ha bajado los pantalones con Madrid, Nuevo Norte”. Fue la frase de uno de los analistas que conocen los entresijos de la Operación Chamartín.

Se acerca el final. El final de la Operación Chamartín. O el principio de la misma. Sólo el final de las conversaciones, de la negociación entre las tres partes. Ayuntamiento, DCN y ADIF. Los ciudadanos afectados no cuentan, no están.

A principios de junio, a la espera de acuerdos en las mesas de negociación de la Operación Chamartín, aumentan las filtraciones en una omertá que se pretendía absoluta.

Han pasado los meses y nos acercamos al final. Al final del plazo que los negociadores de la Operación Chamartín se dieron a sí mismos. Seis meses. Y junio es el mes final.

Purificación Causapié es la portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Madrid que se ocupa de la Operación Chamartín.

Silencio. Se negocia. Seguimos negociando. No habrá noticias hasta que termine la negociación entre las partes. Muy bien. Sigan negociando. Pero nosotros vamos a opinar.

Pero no se van. Seguirán lo que haga falta. Y no desde una esquina, porque la ‘refriega’ no se disputa en un cuadrilátero de boxeo o en un octógono de lucha libre.

Ya tenemos encuesta. Lo que le faltaba a Distrito Castellana Norte (DCN) para lanzar a los cuatro vientos que su proyecto es querido por los madrileños.

Nadie puede atribuirle responsabilidad o falta de voluntad. Avanza en el tiempo, mientras ‘se diluye’ la potencia de adversarios (PSOE, C’s).

Al principio era una mera sospecha. Que los negociadores de las mesas en la llamada Operación Chamartín habían firmado un pacto de silencio. Que no se sepa nada.

El ‘pacto de silencio’ que definiera Mario Puzo como «código de honor siciliano», no aplicado a Cosa Nostra siciliana, sino a la actualidad en la Operación Chamartín.

Tras largos paseos por el campo de Chamartín, antes de que lo destrocen las máquinas de la Operación, hay muchos jugadores-as en este partido que no rascan bola. Están de adorno.

La frase nace de la expresión francesa ‘laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même’, que puede traducirse como ‘dejad hacer y dejad pasar, el mundo va solo’.

Se comenta por la plaza de Colón de Madrid, principio de La Castellana, que las posturas del Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento se están acercando. Sorpresa. E interrogantes.

Mesa puesta. No ‘a mesa puesta’, la locución adverbial que expresa «Sin trabajo, gasto ni cuidado». Porque en la Operación Chamartín, como se sabe, hay trabajo (mucho), gasto (sólo de una parte, que valora en 80 millones de euros) y cuidado (de los que andan en el ajo, próximos a él o removiéndolo).

Nadie ha hablado, aún, de las comedias que pueda haber en el Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid; o que tengan relación con él.

Ciudadanos a favor de la gran obra. Ciudadanos en contra de la gran obra. Pequeños comerciantes a favor. Ciudadanos de a pie en contra. ¿Por qué? Los unos mejorarían sus negocios. Los otros quedarían más aislados de lo que están, que ya es bastante.

En la mitad del mes de enero de 2017 lo indicado es evitar futuribles y centrarse en la simple posición estática de las AAA que influirán en las tácticas (individuales, duales o colectivas´) que puedan aparecer.