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La noticia no me la podía creer: “Los obispos encargan una auditoría externa sobre los abusos sexuales en la Iglesia española, pero sin indemnizar a las víctimas”. La Conferencia Episcopal contrata al bufete Cremades y Calvo-Sotelo para evaluar las denuncias sobre abusos en la Iglesia, y asegura que se abrirán a casos pasados, aunque sin concretar si sólo aceptarán denuncias nuevas”.
El pasado día 6 de octubre se publicó en este medio un artículo mío, 'Los heridos no pueden esperar', en el que me hacía eco de una intervención del Papa en relación con el problema (problemón) de los abusos espirituales y de poder en el seno de la Iglesia, y justo ese mismo día aparecieron en los medios de comunicación dos noticias directísimamente relacionadas con esto y con una gran repercusión en todos los medios de comunicación.
Observo que en general ha tenido buena aceptación la reciente intervención del Papa en la rama laical de Comunión y Liberación, una de las realidades eclesiales surgidas en el siglo XX y que, como otras, tiene un problema que arranca prácticamente de su fundación: El ejercicio anómalo de la autoridad en el seno de la institución.
A mi no me parece propio de trigo limpio que alguien hable mal de sus clientes a espaldas de estos, pero allá cada cual.El caso es que, con esa política de jugar a dos barajas o de nadar y guardar la ropa, al segundo whatsapp me dijo que era un poco fuerte lo que estaba diciendo, aunque no concretó los extremos.Al cabo de una semana me dijo que se le había olvidado hacerme una observación: Que yo estaba incumpliendo la nueva legislación de protección de datos porque no disponía de autorizaciones de los destinatarios de mis mensajes de whatsapp enviados desde mi blog.Le contesté diciéndole que estaba mezclando churras con merinas, porque yo, ni soy empresario, ni tengo blog de nada ni tengo clientes de nada, sino que lo único que tengo es un móvil, unos contactos de teléfono, cuyo dato, el número de teléfono, me lo ha facilitado el propio interesado, que no es cliente sino familiar, amigo o conocido, y que siguiendo las reglas del sentido común, de acuerdo a lo que ella sostenía, habría que concluir que sería imposible enviar un solo whatsapp a nadie, pues habría que entender que todos nuestros contactos, familiares incluidos, serían clientes nuestros de no se sabe qué empresa.Le contesté que, siguiendo el sentido común, hay que entender que tal autorización (la de enviar un mensaje de whatsapp) se presupone concedida por el destinatario en la medida de que, él mismo me facilitó hace tiempo su teléfono y hasta ahora no me ha expresado formalmente su deseo de que tal dato sea eliminado de mi lista de teléfonos.Pues bien, algo tan sencillo como esto no parece que le entrara en la cabeza, y durante algunos días sucesivos no paró de enviarme mensajes escritos y de audio en los que aseguraba que lo que yo estaba haciendo era algo totalmente prohibido.
Incluso hemos visto hace días una cita de "Conversaciones con monseñor Escrivá de Balaguer" en donde este desconfía de los propios padres de los chicos como consejeros del camino que estos quieran tomar.Acto seguido,Ocáriz se detiene en una cita de san Josemaría al versículo de Lc 14, 23, en el que el Señor emplea la expresión "oblígales a entrar" en el contexto de una parábola, expresión que en el Opus Dei siempre se ha tomado en sentido prácticamente literal, pisoteando la conciencia y la libertad de los demás, en la actuación proselitista que llevan a cabo desde los comienzos.La cita de san Josemaría es esta: "Porque es característica capital de nuestro espíritu el respeto a la libertad personal de todos, el compelle intrare, que habéis de vivir en el proselitismo, no es como un empujón material, sino la abundancia de luz, de doctrina; el estímulo espiritual de vuestra oración y de vuestro trabajo, que es testimonio auténtico de la doctrina; el cúmulo de sacrificios, que sabéis ofrecer; la sonrisa, que os viene a la boca, porque sois hijos de Dios: filiación, que os llena de una serena felicidad ―aunque en vuestra vida, a veces, no falten contradicciones―, que los demás ven y envidian.
La cuestión está en que personas con cierta personalidad no muy hecha, pueden tener un "rebote" muy negativo al salir del Opus Dei, atribuyendo a la Iglesia una toxicidad que solo era atribuible en justicia a dicha organización, y traspasando a la fe en Dios lo que debería haber sido un simple desencanto de una organización humana como es el Opus Dei.Afortunadamente, la inmensa mayoría de los ex miembros, tras un periodo de "shock" y otro de readaptación, en el que encuentran su propia espiritualidad, ya sin manipulaciones, terminan siendo las personas más felices del mundo, más que los demás, pues saben lo que vale un duro, al darse cuenta del infierno del que han salido.(...) "La etiqueta de “espiritual” viene determinada por el contexto religioso en el que se dan estas prácticas dañinas para la persona, ya que en su mayor parte podrían denominarse también como “abuso psicológico” o “abuso emocional.Aunque es a menudo asociado con los grupos sectarios, el abuso espiritual puede ocurrir también en denominaciones religiosas establecidas, cuando los pastores u otros abusan de su autoridad o cuando los individuos violan los límites éticos en el proselitismo o en otros tipos de situaciones de influencia”, explica la ICSA".COMENTARIO.- Este tipo de abusos son habituales en el Opus Dei, empezando porque se practican con niños con poca madurez humana, debido a la edad, y porque se vulneran las leyes de la Iglesia en este aspecto.(...) "La ICSA recuerda que el poder corrompe, y por eso la autoridad trae consigo un riesgo de abuso, cuyo nivel depende de la madurez de quien detenta el poder.Así, “padres, profesores, terapeutas, pastores, esposos y otros pueden tener el riesgo de abusar de aquellos sobre quienes ejercen distintos niveles de poder”.COMENTARIO.- Ya expuse el otro día un pasaje de Conversaciones con Monseñor Escrivá de Balaguer en el que precisamente se pone bajo sospecha a los propios padres de los chicos vedándoles intervenir en lo relativo al propio discernimiento que ellos deben llevar a cabo, mientras los directores del Opus Dei se erigen en discernidores de los demás en base al camelo de su "gracia de estado", que se la sacan de la manga, ya que gracia de estado la tenemos todos, cada cual la que Dios le ha dado conforme a su estado de vida.(...) "Además de las asociaciones de afectados y de otras plataformas de profesionales que pueden ayudar a las víctimas del abuso espiritual, las propias confesiones religiosas han ideado mecanismos para el acompañamiento y la recuperación de los que han sufrido estos daños.
Esto producía un ambiente tenso en el Colegio Romano, porque se repetía una y otra vez, trascurriendo muchos minutos sin que nadie dijese nada, hasta que Álvaro se llevaba al fundador”.Al final del estudio vienen unas conclusiones entre las que destacan que no hay por qué poner en tela de juicio, en general, una sinceridad de vida por parte de Escrivá; tantas extravagancias y tantos desvaríos tienen un origen en el transtorno psicológico analizado.Ahora bien, lo inaceptable según el autor del estudio, es entender como “divino” el Opus Dei, aun admitiendo la rectitud interior del fundador y de tantos miembros, seducidos por el señuelo de lo divino o sobrenatural, que sin renegar de que Dios pueda suscitarlo, siempre será en el ámbito de la revelación privada y nunca podrá extrapolarse hasta situarse al margen de la vida normal de la Iglesia, que es el cauce normal de lo sobrenatural y de la intervención de Dios.Como dice el autor del estudio, “el “buen Opus Dei” lo han hecho gentes con buena voluntad, y aun a pesar del Escrivá real”.Avanzando ya en el final del trabajo, el autor se expresa así:“Con el paso del tiempo, al cabo de las décadas, la semilla de falsedad que se encontraba en la raíz de este montaje se ha desarrollado y ha contaminado casi todo, ya que los sucesores de Escrivá — también fautores de la manipulación— continúan resistiéndose a mostrar la verdad desnuda.
Y lo mismo que Camino, otros muchos medios.La polisemia siempre ha gustado al Opus Dei y a san Josemaría en particular, desde los tiempos de la academia DyA (Dios y Audacia versus Derecho y Arquitectura) hasta el saludo interno del Opus Dei “pax, in aeternum”, que a muchos miembros, amigos de los tebeos de Hazañas Bélicas, les entusiasma, pues es una especie de santo y seña al estilo militar, por el que se distingue quien es y quien no es de la organización.Esto se ha podido apreciar también en el foro cuando Iñaki Iraola, refiriéndose a las numerarias auxiliares cuya profesión, “por vocación”, es el servicio doméstico de los centros del Opus Dei, al que ellos llaman eufemísticamente “la Administración”, dice de ellas que son “sus hermanas”.Las señoras del servicio doméstico de la casa de Iñaki Iraola no son sus hermanas, porque cada cual es hijo de su padre y de su madre, y esas señoras tendrán sus padres y sus respectivas familias.Ahora bien, si Iñaki se refiere a que son sus “hermanas en Cristo”, salvo que entienda que el Opus Dei es una orden religiosa, en cuyo caso, esas señoras son sus “hermanas en religión”, al estilo de las carmelitas o las clarisas o cualquier persona que haya hecho de la religión su propia profesión, su trabajo profesional, su profesión religiosa; salvo que entienda esto, que me imagino que no lo entiende, esas señoras del servicio doméstico de su casa son tan hermanas en Cristo como mi abuela, que era cristiana.Quiero decir, que no son los miembros del Opus Dei más hermanos de los demás cristianos por pertenecer a una organización, sino por pertenecer a la Iglesia, que es la familia de Dios en la tierra, como nos recuerda Benedicto XVI en Deus Caritas Est.Entonces, no tiene sentido que ande refiriéndose a las señoras del servicio doméstico como “mis hermanas”, pues ya se sabe que todos somos hermanos en Cristo.Si a pesar de ello se sigue refiriendo a ellas como “mis hermanas”, entonces ahí se empieza a percibir de nuevo la presencia de la secta, la organización excluyente que aplica términos equívocos para encerrarse en si misma de modo excluyente.Iñaki no ha tenido valor para emplear la expresión completa con la que san Josemaría se refería a las numerarias auxiliares que forman el servicio doméstico de los centros del Opus Dei, pues san Josemaría decía de las numerarias auxiliares que son “la Virgen y vuestras hermanas”, de la misma manera que por activa y por pasiva, haciendo uso del título del primer libro de homilías de san Josemaría, siempre se dice en el Opus Dei que “nuestro Padre (o sea, san Josemaría) es para nosotros Cristo que pasa”.
Hoy vamos a hacer un inciso dentro del comentario que estamos haciendo a la carta de Ocáriz.
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