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Un nuevo estudio revela datos sobre los hábitos de compra de los españoles, destacando el papel cada vez más relevante del canal digital y la omnicanalidad en su experiencia de compra. Los resultados apuntan a un consumidor más prudente, muy influenciado por su situación financiera y motivado por las ofertas y promociones. El estudio pone de manifiesto que los consumidores españoles se enfrentan a una situación financiera incierta que afecta sus hábitos de compra.
A la hora de adquirir su vivienda, el 80% de los jóvenes tiene problemas económicos. Tanto es así que menos del 15% de los jóvenes de menos de 30 años logra emanciparse. Respecto a 10 años atrás, los hogares de menores de 35 años en propiedad pasaron del 70% al 36%; y el Banco de España también revela que en el 2022 la riqueza bruta mediana de los menores de 35 años apenas alcanzó los 43 mil euros, cuando hace diez años llegaba a los 166 mil euros.
España está catalogada como un país rico, donde existe de forma generalizada la pobreza, un problema que se ha cronificado y que sitúa a España como el cuarto con más desigualdad de Europa. No todas las comunidades tienen el mismo patrón, se podría citar por ejemplo a Canarias, Castilla-La Mancha, Andalucía y donde se encuentra también Asturias, que bien parece la olvidada por nuestro Gobierno central en algunas materias.
“Más de la mitad del valor de la riqueza en España se concentra en manos de apenas un 10% de la población; y un 22%, en las del 1% más rico. Mientras, los hogares que conforman el 50% más pobre apenas concentraban el 7% de la riqueza total del país y han visto cómo se ha reducido el valor de su riqueza.” (Informe Intermón Oxfam).
Según el Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo, Baleares (7 puntos sobre 10), Cataluña (6,6 puntos), la Comunidad de Madrid (6,4), la Comunidad Valenciana y Cantabria (6,2 puntos cada una) son las comunidades autónomas que reúnen las mejores condiciones para trabajar en España y las únicas que superan la puntuación media nacional.
El comienzo de año viene marcado por un gran incremento de la inflación que ya comenzó a final del 2022, incentivado por la subida de los precios de la luz y del gas. Esto ha obligado a los bancos centrales a realizar subidas de tipos de interés, afectando directamente al precio de las hipotecas, entre otras cosas y, por ende, aumentando el coste de vida.
Según un estudio, la compra de productos de electrónica se reduce hasta un 45 % por la inflación. La ropa (37 %) y calzado (35 %), completan el top 3 de productos que los españoles dejan a un lado para poder rendir su poder adquisitivo. Solo un 24 % de los participantes concluyen que dejarían de comprar alcohol en estos tiempos de dificultad.
La inflación está devorando las rentas de las clases populares. Y la guerra de Ucrania, aunque actúe, no es el factor determinante, sino el atraco y la voracidad oligárquica. Es impostergable redistribuir la riqueza. Necesitamos un pacto de rentas que garantice el poder adquisitivo de salarios y pensiones y proteja a autónomos y pymes.
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