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Recordemos desde el principio la imprecisión del concepto cultural en sí mismo. En un aspecto un tanto ramplón viene a decirse que la cultura lo es todo, como un recuento de actividades humanas, quedando así el concepto en una indeterminación de poco fuste; en todo caso sería preciso el deslinde de los diversos tipos culturales. Al menos, debe quedarnos clara la AMPLITUD del concepto como tal, porque abarca el conjunto de las actividades humanas y sus múltiples ramificaciones.
Miles de personas han tomado esta sábado la residencia del presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, en la explosión de una revolución popular que culmina meses de protestas contra las autoridades por la devastadora crisis económica que azota la nación, la más grave desde la declaración de su independencia de Reino Unido en 1948.
Se acabó la agitación en la que ha vivido Málaga a lo largo de la Semana Santa y sus prolegómenos. Desde que se iniciaron los traslados hasta el domingo de Resurrección, han sido semanas de una auténtica excitación popular y cofrade. Toda Málaga ha vivido intensamente el mayor acontecimiento religioso y cultural que celebra la ciudad y en éste año de una manera muy especial.
¿Qué es lo peor que puede pasarle a un país para que progrese adecuadamente? A mi modo de ver, tener una sociedad inoperante, anestesiada, conformista, sin escrúpulos, sin autocrítica, sin saber tomar decisiones, sin saber discernir lo bueno de lo malo, inculta, despreocupada y abúlica por saber la historia, no digo ya clásica o antigua del país, sino la reciente, la de antes de ayer, la justa para no cometer los mismos errores, en resumen, saber hacer uso del sentido común.
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