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¿Qué razones tendrá para hacer guerra, me pregunto al ver a Ucrania rota? ¿Será, tal vez, que si la sangre brota el “zar” Putin, en su maldad se encierra? Sin duda el dictador su alma destierra, al matar por alzarse en la picota.
¡Date prisa, poeta atormentado! y haz un soneto “corto” y biensonante, que pueda ser, el sí apasionante de un jurado imparcial y preparado.
Eres venero de luz y energía y un torrente de aliento virtuoso, que consigue un efecto prodigioso, de brillo y calor, para noche y día.
¡No te rindas jamás, naturaleza!, hazte fuerte frente a los agoreros, que presagian supuestos agujeros ignorando tu enorme fortaleza.
¿Quién provoca el malestar de España, me preguntaba uno de mis nietos? Le respondí que no estoy para retos y quiero estar tranquilo en mi cabaña.
Que un cateto, plagiador y embustero, siga estando al frente del Gobierno, deja a España sumida en un infierno mientras farda este sepulturero.
Voy a escribir este informal soneto, que aún con rima y métrica fina, es su argumento, una gran pamplina, todavía peor, que un tosco panfleto.
Escribir un soneto es concentrarse, escribir un soneto es decidirse, escribir un soneto es evadirse escribir un soneto es retratarse.
Érase un hombre a su ego atado, érase un malandrín sin sentimientos, érase un fabricante de harapientos, érase un traidor desequilibrado.
AÑORANDO LA YEDRA
En recuerdo de la fachada a la calle Reyes Católicos,
del edificio de la Diputación Provincial de Córdoba.
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