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Pongo en mis letras tantos embelesos, que me aíslo del mundo circundante; tal vez resulte fatuo y delirante que me guste escribir con trazos gruesos.
Le dijo a la soberbia, la humildad: ¿por qué no has preferido mi camino, conociendo que el tuyo es desatino que puede sepultarte en la maldad?
Eres venero de luz y energía y un torrente de aliento virtuoso, que consigue un efecto prodigioso, de brillo y calor, para noche y día.
Es la entrega valor tan elevado, que no hay otro valor que le aventaje; ni existe ningún ser de buen linaje, impasible ante un necesitado.
Un castillo de larga trayectoria, señorea la sierra cordobesa, controlando el llano y la dehesa sobre una roca repleta de historia.
Virgen cordobesa de la Alegría, hoy me postro ante ti, con devoción, al contemplar Tu henchido corazón superadas las penas que tenía.
Imagino aquel juicio falseado, en manos de un nefasto reyezuelo. El prefecto, de corazón de hielo, Poncio Pilato, cruel y desnortado.
Tú viniste, Señor, a nuestro mundo, conociendo que perderíaslaVida, a manos de una masa enloquecida sustentada en un odio furibundo.
Al ver al Cristo de los Estudiantes he sentido un gran escalofrío; la imagen muestra el rigor impío que soportó en escarnios degradantes.
Es sabido desde la Eternidad, que el buen Dios, en Jesús sería encarnado, para quedarse siempre a nuestro lado proyectando su Luz y su Verdad.
¿Qué razones tendrá para hacer guerra, me pregunto al ver a Ucrania rota? ¿Será, tal vez, que si la sangre brota el “zar” Putin, en su maldad se encierra? Sin duda el dictador su alma destierra, al matar por alzarse en la picota.
¡Date prisa, poeta atormentado! y haz un soneto “corto” y biensonante, que pueda ser, el sí apasionante de un jurado imparcial y preparado.
Eres venero de luz y energía y un torrente de aliento virtuoso, que consigue un efecto prodigioso, de brillo y calor, para noche y día.
¡No te rindas jamás, naturaleza!, hazte fuerte frente a los agoreros, que presagian supuestos agujeros ignorando tu enorme fortaleza.
¿Quién provoca el malestar de España, me preguntaba uno de mis nietos? Le respondí que no estoy para retos y quiero estar tranquilo en mi cabaña.
Que un cateto, plagiador y embustero, siga estando al frente del Gobierno, deja a España sumida en un infierno mientras farda este sepulturero.
Voy a escribir este informal soneto, que aún con rima y métrica fina, es su argumento, una gran pamplina, todavía peor, que un tosco panfleto.
Escribir un soneto es concentrarse, escribir un soneto es decidirse, escribir un soneto es evadirse escribir un soneto es retratarse.
Érase un hombre a su ego atado, érase un malandrín sin sentimientos, érase un fabricante de harapientos, érase un traidor desequilibrado.
AÑORANDO LA YEDRA
En recuerdo de la fachada a la calle Reyes Católicos,
del edificio de la Diputación Provincial de Córdoba.
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