Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Justicia | Presión | Política

Pena de muerte revisable... ya

Las vísceras son tremendamente manipulables
ZEN
martes, 20 de marzo de 2018, 00:56 h (CET)
Posiblemente mis vísceras sean de lo más tonto que tengo en mi cuerpo, después de los dedos meñiques de los pies y los pelos de las orejas. Pero aun así hay que ver la guerra que dan.

Las vísceras son tremendamente manipulables. Los medios de comunicación, Twitter, Facebook y las redes sociales en general me las manipulan como les viene en gana. Y mis vísceras me dicen que la prisión permanente revisable es poco para los asesinos confesos de niños, para los terroristas o para los secuestradores y asesinos de chicas jóvenes en general.

Mi cabeza, que está preparada con un pensamiento jurídico y racional, les dice a las tripas que eso es una barbaridad. Que en Estados Unidos hay pena de muerte y ello no impide que sea una de las sociedades occidentales con mayores niveles de violencia y delincuencia de este tipo. Y, sin embargo, en sociedades como las del norte de Europa que no tienen ni pena de muerte o cadena perpetua (revisable o no), los niveles de delincuencia de alta alarma social son menores (no quiere decir que no las haya).

Entonces mi duodeno, que es una víscera comprendida entre el final del estómago y el yeyuno, y es dónde van a parar los jugos digestivos del hígado y del páncreas, le dice al lóbulo frontal de mi cerebro: “tal vez si a quien hubiesen matado hubiese sido a uno de tus hijos, no serias tan racional y civilizado”. Y tiene una razón “duodenal”, posiblemente no podría ser ni civilizado ni racional. Y si todos pensáramos y reaccionáramos igual que nuestras vísceras triperas, ni seriamos racionales ni civilizados. Seriamos manipulables como en la Edad Media en la que quemaban a la bruja de tu vecina.

Noticias relacionadas

En los primeros días de Mayo del año 1937, el Secretario de Estado norteamericano Cordell Hull decidió escribir al Canciller boliviano Enrique Finot sobre un tema urticante para Washington. Semanas antes, el presidente de Bolivia David Toro había decidido expropiar a la empresa petrolera Standard Oil sin compensación alguna causando conmoción en el mundo empresarial norteamericano y en Wall Street.

Llegó como agua de mayo la espectacular oferta de empleo público con la que el Gobierno sanchista pretende refrescar el maltrecho mercado laboral, provocando que las academias de oposiciones de toda España empiecen a frotarse las manos.

Una vez más (y van tropecientas mil) el presidente de Gobierno de España, y sus 22 mariachis y miles de cómplices, en lugar de cumplir su obligación de proteger a los gobernados, que somos los paganos de impuestos y demás sinecuras y canonjías, se dedica a echar la culpa a los demás de todas sus trapisondas que son muchas y variadas.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto