El expresidente brasileño Luiz Luiz Inácio Lula da Silva finalmente se ha entregado este sábado a la Policía Federal tras salir a pie de la sede del Sindicato Metalúrgico ABC en São Bernardo do Campo, a las afueras de Sao Paulo, donde estaba rodeado por simpatizantes que en un primer intento no le dejaban salir.
El exmandatario será ahora trasladado a una sala reservada de la sede de la Policía Federal en Curitiba, según ha informado la prensa brasileña. Con su entrega se da el primer paso para que finalmente se cumpla la orden de entrada en prisión dictada por la condena en firme a doce años de prisión por delitos de corrupción.
Los abogados de Lula pactaron la entrega para este sábado tras una misa en São Bernardo do Campo, en Sao Paulo, en homenaje a la ex primera dama Marisa Letícia, difunta esposa del propio Lula. En el acto Lula ha vuelto a defender su inocencia y ha reiterado su intención de ser candidato en las próximas elecciones presidenciales.
La entrada en prisión de Lula era inevitable desde el miércoles, cuando el Tribunal Supremo Federal (STF) rechazó, por seis votos frente a cinco, un primer 'habeas corpus' con el que Lula pretendía eludir su encarcelamiento, alegando que debía permanecer en libertad hasta que agotara todos los recursos posibles contra la sentencia condenatoria.
Este mismo sábado el Tribunal Supremo Federal de Brasil ha rechazado el último recurso de la defensa de Lula para evitar su inminente entrada en prisión.
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