Houston Rockets igualó este miércoles su serie de la final de la Conferencia Oeste de la NBA ante Golden State Warriors tras imponerse claramente por 127-105 en el segundo partido celebrado en el Toyota Center gracias a su juego colectivo y la mala noche de su rival a excepción de Kevin Durant.
El conjunto de Mike D'Antoni supo sobrevivir a la presión ejercida por los actuales campeones tras perder el primer partido y ahora intentarán recuperar el 'factor cancha' en el ORACLE Arena donde se disputarán los dos siguientes encuentros.
La franquicia texana dominó casi siempre en el marcador y no dio respiro a unos Warriors que no pudieron competir por la falta de arsenal ofensivo con el que contrarrestar a los locales, donde cinco jugadores anotaron 16 puntos o más, además de repartir 23 asistencias y dominar el rebote (47 a 39). Al descanso, Houston ya mandaba con claridad (64-50) y no dejó escapar su oportunidad.
James Harden, pese a su horrible noche desde la línea de tres (3/15), firmó un 'doble-doble' de 27 puntos y 10 rebotes, mientras que Chris Paul hizo 16. Sin embargo, más letales fueron tanto PJ Tucker y Eric Gordon, ya que el primer aportó 22 puntos y el segundo 27 saliendo desde el banquillo, pero se combinaron para un demoledor 11/15 desde el triple (5/6 y 6/9 respectivamente). Trevor Ariza completó el quinteto de dobles dígitos con 19 tantos.
Ante esta exhibición ofensiva, los de Steve Kerr no pudieron responder, fundamentalmente porque su estrella, Stephen Curry, estuvo lejos de su mejor versión y dejó solo a Kevin Durant. El alero hizo 38 puntos, pero el base se quedó en 16 y también negado desde el triple (1/8). El tercer miembro más anotador de Golden State, Klay Thompson, tampoco ayudó (8) y el fiable Andre Iguadola (5) lo mismo.
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