Golden State Warriors ha forzado el séptimo partido (3-3) de la final de la Conferencia Oeste de la NBA después de apabullar esta madrugada a Houston Rockets (115-86), en un duelo en el que los vigentes campeones de la competición remontaron una desventaja de 17 puntos para soñar con una nueva final.
En el Oracle Arena de Oakland, los Rockets golpearon primero con un cuarto inaugural (22-39) en el que el base James Harden emergió con 15 puntos para encarrilar el partido, y que consolidaron en el segundo para irse por delante al descanso.
Sin embargo, la reacción local no se hizo esperar tras el paso por vestuarios; los Warriors metieron la directa y remontaron el duelo, dejando en sólo nueve puntos a su rival en el último cuarto para vencer con una renta de 29 tantos.
El alero Klay Thompson lideró el ataque de los californianos con 35 puntos -13 de 23 tiros de campo, incluidos 9 de 14 triples-, a los que añadió seis rebotes, dos asistencias y cuatro recuperaciones. Además, el base Stephen Curry aportó 29 tantos y el alero Kevin Durant, 23. Todo ello secó los 32 puntos de Harden.
Ahora, la eliminatoria se decidirá la madrugada del lunes al martes (3.00 hora peninsular española) en el Toyota Center de Houston. Los Rockets no pisan una final de la NBA desde 1995, cuando ganaron el anillo, mientras que los Warriors han disputado las tres últimas finales, de las que han ganado la de 2015 y la de 2017.
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