El sector de taxi se encuentra amenazado no por la aparición de competidores con modelos de economía colaborativa, sino por el cambio en la forma en que el cliente consume los servicios de transporte de pasajeros. Así lo explica la consultora Setesca, que advierte de que este cambio de actuación y necesidades de los usuarios es incontestable y provoca que la irrupción de competidores como Cabify o Uber en el sector del taxi tradicional sea inevitable.
“Si el problema estratégico al que se enfrentan viene promovido por el entorno ─algo inevitable─ y además aparecen nuevos competidores y sustitutos que ofrecen al cliente un servicio más adecuado a lo que el nuevo consumidor quiere, lo que es evidente es que el planteamiento estratégico que deben llevar a cabo debe de ser diferente al de hacer huelgas y movilizaciones, ya que, aunque están en todo su derecho de hacerlas, son acciones poco efectivas y pueden, además, dañar su imagen”, explica Jordi Damià, director de Setesca y profesor de estrategia de empresa.
La propuesta de actuación que proponen los expertos de la consultora es muy diferente a la que están llevando a cabo los taxistas: utilizar sus fortalezas como colectivo para eliminar las debilidades y afrontar mejor las amenazas para conseguir generar nuevas oportunidades.
¿Cómo se lleva a cabo ese plan en acciones concretas? El sector debería utilizar su poder de compra y contratación para ofrecer servicios que les permita reducir costes en cuanto a adquisición de vehículos, coste de mantenimiento y coste de combustibles. Por ejemplo, “¿por qué no apostar por vehículos eléctricos mediante un gran acuerdo con un fabricante?”, plantea Damià.
El sector debería potenciar la gran red que posee para ofrecer servicios de tipo logístico para el transporte de última milla.
El sector debe apostar por las nuevas tecnologías para ofrecer la misma experiencia al cliente que las apps de Uber y Cabify, y hacerlo de manera global para cada ciudad.
Los taxistas deberían ofrecer un servicio Premium, como mínimo el mismo que ofrecen sus competidores: más información al cliente, agilidad en la reserva y el pago, wifi, información turística, ofrecer servicios como bebidas, etc. En una ciudad tan turística y tecnológica a la vez que con tanta historia, los taxis deberían transformarse en el trasporte de proximidad por excelencia, ofreciendo servicios logísticos, de guía turístico e incluso de soporte domiciliario; y todo eso con la agilidad, velocidad y atención que ofrece la tecnología.
En conclusión, especialistas en estrategia empresarial como Setesca consideran que los taxistas están apuntando mal al culpable de la situación, (¿Por qué las grandes organizaciones sectoriales no han actuado para ayudar a transformarse? ¿Por qué los gobiernos municipales no les han ayudado a digitalizarse?), ya que el consumidor es quién marca el cambio. Si ellos quieren continuar trabajando ─aseguran desde la consultora─ deberán adaptarse al mismo, y afortunadamente para todos, todavía están a tiempo de hacerlo para continuar siendo competitivos y para que toda la sociedad se beneficie de ello.
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