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El atraco con el precio de la vivienda en alquiler se ha expandido con el alquiler de habitaciones para vivir. El precio medio de una habitación es de 488 euros al mes, un 57,3% más que hace cinco años. Y si lo comparamos con el año 2015 sería un 90% más. Pero solamente en el último año los precios de las habitaciones se han incrementado de media un 9,8% -pasando de los 445 euros al mes a 488 euros- entre el mes de agosto de 2023 y el de 2024.
Por toda España un enorme movimiento contra los recortes y en defensa de la sanidad pública, pero de calidad, sigue en la lucha. En 2023 fue capaz de impulsar 2.334 protestas, casi siete diarias. Acaba de comenzar 2024 y de nuevo lanza movilizaciones por todo el país. Como Lorca desveló “el esqueleto de aire irrompible que une las regiones de la Península”, una chirigota une la lucha en Andalucía con la de Cataluña, une las listas de espera y las enfermeras, pasando por las telefonistas de Madrid.
Un año atrás, Andalucía tenía la mayor proporción de parados de larga duración, con un 31,1%. En cambio, ahora hay ocho autonomías que tienen una proporción mayor al 30%. Asturias pasa a encabezar las posiciones (35%; +4,5 puntos porcentuales), seguida por Canarias (34,4%; +5,4 p.p.).
Los delegados de CCOO y USO de la empresa Ambulancias Tenorio e Hijos S.L.U., tras la concentración que llevaron a cabo el pasado viernes 27 de enero, esperan una pronta respuesta por parte de la administración, avisando que volverán a manifestarse cuantas veces haga falta, llegando, si es necesario a convocar una huelga que paralice las ambulancias de todo Andalucía.
Esta Navidad se suman la huelga de tres importantes aerolíneas que operan en los aeropuertos españoles: Vueling, Ryanair y Air Nostrum. Este triplete de huelgas durante finales de diciembre y principios de enero amenaza con afectar a los miles de desplazamientos que se realizan antes, durante y de regreso de las fiestas navideñas.
La derecha política y patronal apoya el paro del transporte limitándose a reclamar que el Gobierno dé ayudas a los transportistas. Un procedimiento que, lejos de salvar al sector, va a reforzar la crisis que padece. Y, por cierto, totalmente contrario a las políticas de defensa del mercado y la competencia que dicen defender los «liberales» de Vox, PP, Ciudadanos o la CEOE.
Tras el anuncio del acuerdo entre el Gobierno y el Comité Nacional del Transporte por Carretera en el que se recogen las principales reivindicaciones del sector, las organizaciones que integran a la cadena de valor del gran consumo consideran que ya no hay ningún argumento que justifique continuar con el paro del transporte. Las ayudas aprobadas (como la subvención de 20 céntimos por litro de gasoil) son superiores a las de otros países europeos.
Ante el agravamiento del paro del transporte, las asociaciones que integran la cadena de valor agroalimentaria y del gran consumo alertan de que la situación ya es insostenible e instan a acabar inmediatamente con un conflicto que está teniendo elevados costes para la economía y el conjunto de la sociedad. De mantenerse el paro, los daños sobre un sector que aporta a la economía española más de 4,5 millones de empleos y el 20% del PIB pueden ser irreparables.
La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) ha querido comprobar de primera mano cómo la huelga de transportistas, que ha cumplido su primera semana, puede estar afectando al abastecimiento de ciertos productos. Con este fin, CECU ha estado visitando diferentes establecimientos para verificar con qué problemas se pueden estar encontrando los consumidores estos días.
Emmanuel Macron ha dado una lección al negligente Pedro Sánchez: «Sofoca la huelga de camioneros antes de su inicio con un plan de 400 millones». Eso es lo que ha hecho el Gobierno de Macron; todo un plan de ayudas para minimizar el problema que ha generado la brutal subida de los combustibles. ¿Resultado? La huelga ha quedado desconvocada.
Cuando alguien está obligado a tragar su propia medicina, usualmente, no es capaz de hacerlo negando, empecinadamente, la bondad de aquel medicamento del que fue autor. Esto es lo que le está sucediendo al gobierno del señor Pedro Sánchez. Cuando un partido político accede al gobierno de una nación, debe tener en cuenta mantener una cierta coherencia respecto a aquellas peticiones, reclamaciones, críticas u objeciones que mantuvo cuando estaba en la oposición.
Hay convocada una huelga del transporte. Motivos: subida del precio de carburantes. Transporte a pérdidas, o trabajar perdiendo dinero. Recaudación, decidida y controlada por el Gobierno, para aprovisionar las arcas del Estado. El origen de la situación, dice Pedro Sánchez, es el estado de cosas y del mercado que produce la guerra de Putin. Lo es, pero hay algo ajeno que se debe al hacer (mal hacer) del Gobierno y los agentes sociales.
La red de reparto precisa de un proceso de transformación para asumir los retos internos y externos que se nos están planteando. Este proceso viene marcado por el aceleramiento de la caída de la actividad postal y la necesidad de adaptar las infraestructuras y los medios para la entrada de nuevos negocios y la consolidación del negocio de la paquetería.
Se apellida Garzón, y no es precisamente Baltasar, el exjuez expulsado de la Judicatura. Me refiero a Alberto, el ministro de Consumo. Sesudo personaje que descubrió que circulaban menos coches cuando nos obligaron a permanecer enclaustrados bajo amenaza de sanción. El mismo que no domina las matemáticas y que descubrió que había bajado el nivel de juego, precisamente cuando estábamos encerrados por la pandemia y por las ilegales medidas del Gobierno.
La calle se caldea. Ha costado, pero se va logrando. Los camioneros están hasta el pico de la boina; los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han acabado hartos de abusos y de mentiras de Pedro «El mentiroso» y del fundido Grande Marlasca; Los metalúrgicos van a peor cada día y están olvidados; los agricultores venden por debajo de lo que cuesta producir; los sindicatos andaluces se gastan en putas el dinero que debían entregar a los parados, y así sector tras sector.
Estos días, como siempre, los de a pie, los que hacen colas en el transporte público, por necesidad, se encuentran secuestrados por lo que los Sindicatos quieren llamar huelga. Basta leer los textos anteriores, para hacer ver a todo el que tenga un poco de interés honrado, que lo que está sucediendo no tiene ninguna base legal.
De igual manera, en los centros educativos también se ha seguido la lógica del dinero y no la de las necesidades legítimas de las personas, tanto para el alumnado como para el profesorado y resto de personal que trabaja en los centros educativos públicos.
En Francia, al menos medio millón de personas inundaron las calles de todo el país el jueves para mostrar su apoyo a los trabajadores ferroviarios sindicalizados, cuya huelga contra el intento de reforma del sistema de pensiones del presidente francés, Emmanuel Macron, se ha convertido en la huelga de transporte más prolongada en la historia de Francia.
Las diez jornadas de paros convocadas por los tripulantes de Ryanair durante el mes de septiembre siguen adelante y arrancarán este domingo, 1 de septiembre, después de resultar imposible intentar alcanzar un acuerdo en la mediación solicitada por la aerolínea irlandesa a la Dirección General de Trabajo, celebrada hoy en Madrid.
Hermanas: seguramente mi hija, que dentro de unos dos o tres años se incorporará al mercado laboral, nunca leerá esta columna de hoy. Pero se la estoy dedicando a ella, a Blanca.
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