Emmanuel Macron ha dado una lección al negligente Pedro Sánchez: «Sofoca la huelga de camioneros antes de su inicio con un plan de 400 millones». Eso es lo que ha hecho el Gobierno de Macron; todo un plan de ayudas para minimizar el problema que ha generado la brutal subida de los combustibles. ¿Resultado? La huelga ha quedado desconvocada. La Organización de Transportistas Europeos por Carretera (OTRE) ha reconocido la extraordinaria gestión del presidente francés y las movilizaciones se han desconvocado por completo.
Esa es la diferencia entre un Gobierno ineficaz, ineficiente y maltratador de la ciudadanía como el nuestro y el Gobierno francés. Pasó con la gestión de la pandemia, donde el fracaso fue un mal ejemplo para Europa y, sin embargo, Europa entera reconoció la eficacia, eficiencia y efectividad de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Pasó con la gestión del material sanitario: el Ejecutivo de Sánchez se atascó, se corrompieron tres ministros y abandonó a la población, en tanto que comunidades como Madrid, Galicia, Andalucía o Castilla y León fueron siempre por delante del catastrófico Gobierno central.
Y pasó con el Volcán de La Palma donde ni siquiera se han recibido las ayudas comprometidas, a pesar de que los interesados las han pedido reiteradamente. Y así una y otra vez, en cada problema que surge el Gobierno se instala en la dejadez, la postergación y la inutilidad. ¡España es diferente! Mientras tanto, los sindicatos de la izquierda han acabado con las langostas, por lo que ya no habrá plaga de ellas. Se han embolsado cantidades ingentes e injustas y no han pagado de su bolsillos las condenas de corrupción que han tenido. Se pagan con patrimonio sindical; es decir, dinero del erario público.
Más de 550.000 vehículos se van a beneficiar del paquete de ayudas francesas de 400M de euros. Lo más sorprendente y positivo es que el dinero se va a abonar «inmediatamente». Se establecerá un baremo y cada vehículo tendrá una ayuda diferente, pero suficiente. Y mientras Francia agarra al toro por los cuernos para resolver el problema, en España se aplaza hasta el día 29 de marzo y, llegado el momento, no les sorprenda si hay nuevo aplazamiento. El parasitario presidente, Pedro Sánchez, arropado por sus mariachis pasa por completo de la población necesitada y más castigada. Lo que interesa al Ejecutivo es permanecer como sea en Moncloa, sin perder paga y prebendas.
Ahí no queda todo. El primer ministro francés, Jean Castex, hace semanas que empezó a trabajar en un plan de resiliencia, con el fin de evitar los destrozos económicos que han ocasionado a las empresas las subidas energéticas. Y es que la guerra de Ucrania también tendrá sus consecuencias en las empresas y en los carburantes. Mientras unos presidentes trabajan en y por Europa, otros piden el adelanto urgente de los 12.000M de euros que estaban previstos para julio.
En total, van a ser 27.000M de euros lo que van a costar los distintos planes y ayudas procedentes del erario público francés. Eso es lo que ha calculado el ministro de finanzas francés. Un dato: Isabel Díaz Ayuso se ha adelantado al Gobierno central y ha propuesto que esos 20.000M de euros destinados a la Igualdad –cosa que ya existe y se reconoce en la Constitución—se destinen a ayudar a quien de verdad lo necesita. Y esos sectores ahora son quienes se van a manifestar, en vez de gastarlo en horteradas chirigoteras, sectarias batucadas, baratos chiringuitos, denuncias fraudulentas y despilfarros tendenciosos con memeces ideológicas.
Francia lleva haciendo los deberes desde septiembre, de ahí las permanentes ayudas a la desproporcionada escalada de gas, petróleo, electricidad y alimentos varios. ¿Y el Gobierno español? Pues el Ejecutivo de Sánchez ni está ni se le espera. No ha hecho ninguno de los deberes, va en el vagón de cola de Europa y los viajes pedigüeños del presidente Sánchez han sido un brutal fracaso. Sánchez vuelve con las manos vacías de sus viajes a lo Capitán Tan. Traela negativa de los demás líderes europeos y el consejo de Emmanuel Macron de sacar otros 400M en ayudas para el escudo social que ha destrozado y que ahora lo forman los agricultores, ganaderos, cazadores, pescadores, taxistas, sector lácteo industrial, transportistas… Pero, claro, todo el Gobierno español se ha puesto de acuerdo en que los citados son «todos unos fachas y de la ultraderecha».
Todo el que no piensa como los socialistas y los comunistas son unos «fascistas» o son de «ultraderecha» y, además, la manifestación está promovida por la «extrema derecha». Esos sectores que se manifestarán el domingo «no merecen excesiva atención de nuestro Gobierno, porque son fachas o están mediatizados por la extrema derecha», ministra de Transportes dixit. Por cierto, esta «muñeca» descolorida ha sido abucheada hoy en Valladolid por transportistas en huelga. Nadie soporta ya a este Gobierno de insensatos, impresentables y mediocres.
¡Ni un español se puede quedar en casa el domingo! Los transportistas nos sacaron del atolladero de la pandemia, fueron ejemplares y sacrificados con su trabajo y nos han tratado respetuosamente como lo que somos, ciudadanos, pero el Gobierno nos ha apaleado dialécticamente, apedreado con mentiras y esputado con ilegalidades. ¡Hay que sacarlos de la cueva de Alí Babá y los tropecientos ladrones de colmillo retorcido! No preciso mencionar a las numerosas «ladronas» si hago uso del masculino plural.
No olviden los insultos del Gobierno cuando lleguen las elecciones, que serán antes de lo que creen. Y recuerden que llamar «fachas» a quienes se manifiestan también lo han hecho María Jesús Montero, Nadia Calviño, Teresa Ribera y la portavoz del Gobierno, «piquito» Rodríguez.
Anoten los nombres y los hechos para cuando desempolven las urnas. Si alguien cree que el actual Gobierno socialcomunista es un inútil que levante dedo. ¡Caramba, todos los dedos levantados! ¡Y eso que son fachas!
|