Antílopez publica nuevo disco, 'Dibujo libre'

Vuelve la banda más ecléctica y libre de la escena musical. Vuelve el dúo más atareado a uno y otro lado de Despeñaperros. Vuelve Antílopez.

Parece que fue ayer cuando presentaban "Desprendimiento de rutina", su exitoso tercer disco-espectáculo. Pero no: Antílopez llevan ya la friolera de tres años girando con sus canciones. Y arrasando concierto tras concierto, sumando nuevos seguidores a su vasta legión de fans.

La expectación, por tanto, ante su siguiente trabajo era monumental. Y el próximo viernes 7 de septiembre podremos saciar nuestra espera: "Dibujo Libre", que así se llama este esperadísimo cuarto álbum del dúo onubense, llegará ese día a tiendas y plataformas digitales de la mano de Spyro Music.

En esta ocasión, el avioncito musical del dúo volverá a sobrevolar los diferentes estilos de música que han marcado sus vidas y lo harán, como siempre, mezclándolo con su irreverente sentido del humor y una cercanía con el público fuera de lo normal.

¿Cuál es el secreto de estos chicos? Un directo único en el mundo, un espectáculo que hay que ver. El relevo natural de los Sabina, Krahe o el mejor Kiko Veneno; mezclado con la socarronería inteligente de La Trinca, el humor marciano Faemino y Cansado, el virtuosismo de Les Luthiers, la acidez costumbrista de los Carnavales de Cádiz y el savoir faire de Lina Morgan. Un estilo de lo más personal pese a las influencias, y que ellos mismos no dudan en denominar como "chiripop".

Músicos, cómicos, creativos, compositores, poetas, cronistas de la realidad, emprendedores, showmanes, ¡libres! Dos auténticos héroes cotidianos, que con humildad y trabajo han conseguido conectar con legiones de fieles. Y todo gracias al boca a boca. El DIY en estado puro.

Sin duda, Antílopez son algo nuevo y exquisito, que ha encandilado hasta el momento a personalidades de la talla de Andreu Buenafuente, Carlos Latre, Jose Tomás, Martirio, El Selu, Dani Rovira... y los que quedan por rendirse aun a sus encantos.

Antílopez: chiripop absurdo depresivo con catarsis tragicómica, concentrado en 2 horas de fantástico viaje musical.